Cuando uno dedica tanto tiempo como yo a navegar por la web, encuentra una fuente inagotable de imaginación aportada por muchos internautas, personas anónimas que comparten sus ideas y opiniones, muchas de las cuales tienen su moraleja.
Supongamos que usted va paseando tranquilamente por la calle, cuando decide tomarse un descanso y sentarse en un banco público. En él coincide con un viejecito muy simpático que tiene todo el tiempo del mundo y, por supuesto, muchas ganas de conversación. Comienza a hablar y repasan toda la actualidad nacional, el paro, el terrorismo, las elecciones, el gobierno y, como no, Zapatero.
Al llegar a este punto, el viejecito, con voz firme y pausada le dice ¿sabe usted? Zapatero es como una tortuga en lo alto de un poste de la luz.
Imagino la cara de sorpresa que se le quedaría a usted. ¿Que quería decir con aquello?, pensará usted. por lo que, tras unos momentos de silencio, le preguntaría ¿qué significa eso de una tortuga en lo alto de un poste de la luz?
La respuesta del viejecito sería inmediata y contundente: -Si usted va caminando y se encuentra a una tortuga subida en lo alto de un poste de la luz, haciendo equilibrios, ¿qué se le ocurre? o ¿en que piensa?. Nuevamente he de imaginarme la cara de asombro que cualquiera pondría, ante lo cual, el viejecito sentenciaría:
Primero, usted no entiende como la tortuga llegó allí arriba.
Segundo, usted no puede creer que la tortuga esté allí arriba.
Tercero, usted sabe que la tortuga no pudo subir allí arriba ella sola.
Cuarto, usted está seguro que la tortuga no debería estar allí arriba.
Quinto, usted es consciente de que la tortuga no va a hacer nada allí arriba.
La moraleja final es que, lo único sensato sería ayudar a la tortuga a bajar de allí.
Esa es la impresión que me produce Zapatero cada vez que le veo. Que actúa como su fuera una tortuga en lo alto de un poste de la luz. Me da la sensación que se conforma con guardar el equilibrio y no caerse.
Es más, no entiendo como pudo llegar a presidente del gobierno de España.
No puedo creer que alguien como él pudiera llegar a tanto, ni España a tan poco.
Él solo no pudo llegar tan alto y me acuerdo de los que lo hicieron posible. Vaya broma pesada que nos gastaron.
Cada vez estoy más convencido de que no debería seguir siendo Presidente.
Estoy seguro que mientras lo siga siendo no hará nada positivo para España.
Moraleja, hay que ayudarle a que deje de ser presidente del gobierno de España.
Es lo mejor que nos puede pasar. Que el próximo nueve de marzo los españoles ayudemos a bajar a la tortuga, antes de que se caiga y haga daño a alguien.
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