Sí a la fiesta nacional

El pasado martes, día 19, juré mi cargo como Diputado Nacional por la circunscripción de Albacete. Independientemente de mis primeras impresiones o de mis primeras votaciones en el Pleno del Congreso, mi primera misión, como no podía ser de otra manera, fue sustituir a Encarna Naharro en la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación del día siguiente.
Realmente mereció la pena, no por ser mi primera reunión en Comisión, sino por el asunto a tratar y debatir, de amplia repercusión en todo el territorio nacional. Concretamente se trataba de debatir y aprobar o rechazar las enmiendas presentadas al Proyecto de Ley de normas básicas sobre explotación, transporte, experimentación y sacrificio para el cuidado de los animales.
Este Proyecto de Ley venía impuesto por la Unión Europea, como obligación de regular el correspondiente régimen sancionador en caso de incumplimiento de la normativa comunitaria de bienestar animal.
En el trámite correspondiente, entre todos los grupos parlamentarios, incluido el socialista, se habían presentado 161 enmiendas de todo tipo, de las que se admitieron el 64%, aunque en el caso de las enmiendas del grupo popular el porcentaje de admitidas aumenta hasta casi el 80%.
Pero lo realmente llamativo y que motiva este artículo es una de las enmiendas rechazadas. La número 78, presentada por el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per catalunya Verds, contra el artículo 2. Concretamente pedía la supresión de la letra c) del apartado 2 del citado artículo.
¿Y que decía este apartado?. Pues simplemente decía y dice que esta Ley no se aplicará a los espectáculos taurinos previstos en los artículos 2 y 10 de la Ley 10/1991, de 4 de abril, sobre potestades administrativas en materia de espectáculos taurinos.
En resumen y por lo corto. El grupo de Izquierda Unida pretendía que el Proyecto de Ley que se estaba debatiendo afectara a la Fiesta Nacional y espectáculos derivados. Más concreta y directamente si ese Proyecto se aplicaba se prohibiría la celebración de corridas de toros en España. Como comenté a mis compañeros de comisión, “si no defiendo la fiesta nacional no puedo volver a Albacete”.
No voy a dar argumentos a favor de la fiesta nacional. Solo diré para tranquilidad de la inmensa mayoría que dicha iniciativa fue rechazada por 33 votos, obteniendo solo dos votos, uno de IU y otro de Ezquerra, y una abstención de CIU.
Por lo tanto, tuve el honor de ejercer mi primer voto para ayudar a evitar que IU prohíba la celebración la fiesta nacional en España. No solo las corridas de toros, también las novilladas, recortadores, rejones, vaquillas populares, espectáculos taurinos en definitiva.

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