Chanchullos políticos

Celebradas las últimas elecciones generales, conocidos los resultados, ya se ha procedido a la constitución del nuevo parlamento, En el Congreso nada destacable, amén de las anécdotas de descuadre de votos para la elección del Presidente de esta Cámara, o la elección a la segunda intentona del Presidente del Gobierno. Por su parte, en el Senado se ha repetido algo que no deja de escandalizar al ciudadano de a pié. Me refiero al préstamo de senadores como si de cromos se tratase.
En el reglamento del Senado se establece que para formar un grupo político hay que hacerlo con un mínimo de diez senadores, por lo que los nacionalistas vascos, que solo han conseguido dos senadores en estas elecciones, más otros dos que le corresponden por designación autonómica, mendigan a los socialistas para que le preste seis de sus senadores y poder conformar su propio grupo. A cambio muestran su disposición a corresponder con sus votos a cualquier maldad que se les proponga. Llega la hora de los cambalaches. Tu me das lo que no me he ganado y yo te apoyo para que consigas lo que no te corresponde. ¡¡Vaya ejemplo!!
Constituido dicho grupo, los senadores prestados -como si fueran ganado- vuelven a su redil y el grupo queda solo con cuatro senadores. Eso sí, los beneficios económicos, materiales, humanos, de espacio, etc. que corresponden como grupo, lo disfrutarán entre los que quedan. Dirán, y con razón, que a más tocan.
Que estos chanchullos se sigan haciendo, consintiendo, dando por buenos, no deja de ser un ejemplo más de hasta donde llega le desvergüenza de los que mandan. Pero que se haga aún encima argumentando que es para favorecer la representación de los grupos minoritarios, raya en el insulto. Hay un reglamento y hay que cumplirlo. Si no sirve que se cambie, pero que no se busque la vuelta para hacerle pedorretas. Yo te doy, miro para otro lado y tu a cambio que me das.
Aún siendo escandaloso, lo que más me avergüenza es que, uno de esos cromos que se han prestado temporalmente -te lo dejo un rato que lo tengo repe-, es el único senador socialista por la provincia de Albacete, el polémico Alcalde de Hellín, al cual le acaban de sobreseer una denuncia presentada por los ecologistas, que no por el PP, aunque este asunto siga por lo civil, y si fuera mínimamente prudente no debería cantar victoria como lo ha hecho. Ya veremos en que queda esto al final.
Con todo, supongo yo que se sentirá muy orgulloso de incorporar en su currículo que su primera función como Senador fue pertenecer al grupo “Senadores Nacionalistas Vascos”, vaya batallita para contar a sus nietos. Para eso pidió el voto a los albaceteños, para servir de cromo e incluirse en el grupo de los que recogen las nueces. Es que hay quien se presta “pa lo que haga farta”.

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