Pasando la gorra

Los titiriteros hicieron su trabajo. Desplegaron una campaña mediática a favor de Zapatero y ahora llega el momento de cobrarse el servicio. De pasar la gorra para recibir el pago por su inestimable apoyo. No tienen suficiente con percibir los suculentos beneficios del impuesto del canon, quieren más.
Uno de los primeros ha sido ese matrimonio, perdón pareja de hecho, que en su día hicieron carrera con el régimen de Franco -hasta le cantaron-, luego fueron de los primeros comunistas que salieron del baúl y ahora son convencidos socialistas de toda la vida. Me refiero a Victor Manuel y Ana Belén.
Su respaldo a ZP ha sido muy bien recompensado. Han sido contratados para actuar -parece que solo Ana Belén-, en las pasadas fiestas del Corpus en Toledo por el Alcalde socialista Emiliano García Page, -fue consejero portavoz de Bono-. Total, solo ha pagado por un concierto la nada despreciable cantidad de más de 58.000 euros –casi diez millones de las antiguas pesetas-. Casi ná.
No discutiré yo de su calidad artística. Ni la oportunidad de la contratación de ésta. Ni siquiera el hecho de que su música sea más bien de dudosa actualidad. Vamos que no está en la cresta de la ola musical española. Pero el escándalo ha surgido cuando se ha sabido y reconocido que el costo de tan gloriosa actuación, ha sido extraído de la partida reservada para el 0,7%. Es decir, el dinero que el consistorio toledano ha abonado a Ana Belén, ha sido detraído de la partida destinada a solidaridad internacional. Y muchos dirán ¿con quien mejor ser solidarios que con los de la Z?
El alcalde, acorralado por el escándalo, no ha tenido más remedio que reconocer el hecho, escudándose en que, la recaudación del concierto ofrecido, se destinaría para solidaridad. Aún peor. Ya que la recaudación conseguida por tan magnífico y actual evento musical apenas llegó a recaudar 11.800 euros. Total unos 47.000 euros menos de lo que se le pagó por el presunto concierto.
A los colectivos implicados en los programas de solidaridad se les sigue esperando. Alguno ha levantado la voz, pero no mucho, no vaya a ser que le cierren el grifo de la subvención. Las asociaciones de vecinos mirando para otro lado. Los sindicatos no se dan por aludidos. Los empresarios menos. Los pacifistas siguen estudiando si se manifiestan o esperan a que lo hagan los ecologistas. Bla bla bla.
La polémica está servida. Los dimes y diretes de boca en boca, pero Ana Belén cogió la pasta y echó a correr. Ahora se anuncia una nueva contratación, un nuevo bolo que realizará junto a Víctor Manuel –ese que le cantaba a Franco-, en la tierra de Zapatero. Sí en León, donde también gobiernan los socialistas. Y es que hay que seguir pasando la gorra. “Que la vida está mu mal”.

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