De sobras es conocida la afición a los videos propagandísticos de los socialistas, por lo que a nadie le sorprende el último, en el cual, pretendiendo hacer un balance triunfal de Legislatura, utilizan los errores ortográficos tratando de ocultar los graves errores de gestión de Zapatero.
Pero en realidad lo que queda en evidencia es que Zapatero no tiene nada que ofrecer a la sociedad. Esta Legislatura que finaliza la ha malgastado entre peligrosos juegos malabares y alianzas irresponsables. Ahora, Zapatero lanza un video buscando compensar su pobre balance de gestión con sonrisas que llenen su vacío de ideas y su falta de firmeza.
Casi cuatro años después del famoso eslogan de ZP, sólo queda la Z de zozobra, que es a lo que ha llevado a España. Todo el mundo sabe y conoce de la debilidad de Zapatero para negociar. Está dispuesto a entregar lo que haga falta con tal de seguir en el machito, por eso todo el mundo duda si cuando dice NO, a lo mejor está diciendo SI, o quizás más tarde, o igual volverán a darse las circunstancias.
Por eso, sabiendo que los españoles no pueden tomar en serio a Zapatero, la baza publicitaria socialista consiste en reírse de los problemas que tiene la sociedad española, intentando engañarnos con un vídeo en el que las hipotecas imposibles, el paro creciente, la inmigración ilegal incontrolada y el auge de los radicales se resuelven con una sonrisa.
Por sus hechos les conoceréis y por eso los españoles ya saben que Zapatero no es una persona de fiar. Nadie puede confiar ya en Zapatero. Todos saben que su aparente simpatía es el disfraz que oculta su falta de propuestas, sus palabras huecas y su mala gestión. Eso no hay vídeo que lo tape.
Un ejemplo claro de su doble lenguaje, de su doble cara, es lo que ha sucedido estos días con el Ministro Fernández Bermejo. Sigue en el gobierno, Zapatero no lo ha cesado ni desautorizado, lo que demuestra que en su fuero interno mantiene sus ansias infinitas de volver a negociar con ETA.
Es cierto que Blanco y Rubalcaba han hablado de distinta forma, pero no es suficiente. Es necesario que Zapatero, de forma concluyente y expeditiva, diga a los españoles que nunca más va a volver a negociar con ETA. Esas palabras, para ser creíbles, deberían ir acompañadas por el cese fulminante de Fernández Bermejo.
Pero la realidad es que Bermejo y Zapatero, tanto monta, monta tanto, quieren volver a negociar con ETA. Esa es la única explicación de que el Gobierno no desarticule de una vez los instrumentos políticos de ETA y no termine de una vez con la presencia del terrorismo en las instituciones democráticas vascas.
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