Acaban los cuatro años peores de la historia democrática española. Y es la hora de hacer balances. La inesperada victoria de Zapatero nos pilló a todos con el pie cambiado. Incluso a los socialistas. Ni ellos mismos se lo esperaban y así pasó. Llegaron con tanto aturdimiento al gobierno que lo primero que hicieron fue meter la pata. Con mucho glamour, pero metieron la pata.
Me refiero a uno de los primeros reportajes fotográficos del primer gobierno zapateril. El protagonizado por las flamantes ministra de su gabinete que, cargadas de pieles, posaron para la revista Vogue. Ahora acaban la legislatura diciéndoles a los españoles que coman conejo en Navidad. Entre pieles empezaron y con pieles terminan.
Como dato curioso, he de decir que las últimas referencias que hay en España de un gobierno diciendo lo que se podía comer es de 1952, cuando existían las cartillas de racionamiento, entonces no era para controlar el IPC, sino por un motivo muy distinto y desagradable. ¿Será el subconsciente de Zapatero y su memoria histérica?
Pero vayamos a lo serio. La legislatura está acabada y el balance que podemos hacer no puede ser más pobre. Zapatero finaliza su mandato con un ministro de su gobierno reprobado por el Parlamento por primera vez en democracia. Ese si que es un mérito que hay que apuntarle. Acaba con una grave crisis económica que está afectando a los trabajadores y a las familias. Termina con su gobierno mendigando el voto de un tránsfuga para sacar adelante los presupuestos. Con su gobierno despilfarrando y malgastando en propaganda y autobombo, el dinero que tanta falta hace para dependencia, pensiones o pisos para jóvenes. Basta saber que con lo que Zapatero se gasta cada día en publicidad, podría comprar tres pisos para jóvenes, cada día.
Por cierto. Hablando de tránsfuga. Aunque Roma no paga traidores, Zapatero si. La prueba es que el tránsfuga al que ha tenido que recurrir últimamente, ha sido colocado en un puesto de salida en las listas socialistas de Castellón, ya que por Valencia no lo aceptó la Vicepresidenta.
Los precios en España se disparan y Zapatero le echa la culpa al petróleo y a los cereales, pero es que el petróleo y los cereales suben en todo el mundo y en España, los alimentos han subido una vez y media más que en la Unión Europea y la leche, la carne, el pan, la fruta y la verdura, han subido el doble que en la Unión Europea. Hay que hacer reformas económicas, pero Zapatero sigue viviendo de la herencia y de la inercia. Más vale que gastara menos dinero en publicidad y se ocupara de los problemas reales.
El euribor vuelve a repuntar y España es el país donde más poder adquisitivo han perdido los salarios. ¿Y que ha hecho el gobierno para aliviar esta situación? Reformas ninguna. Sí ha aprobado una subida del 3,3% en el recibo de la luz, otra subida del 4,8% en el recibo del gas para uso doméstico, también una subida del 4% de media en los billetes de Renfe, etc.
Pero hay más balance que hacer. Cómo no mencionar las famosas y novedosas soluciones habitacionales de 30 metros. O cuando les dio por regalar zapatillas deportivas para buscar pisos. Sin olvidar la actitud de su gobierno ante el caos de los Cercanías. Como eran incapaces de resolver los problemas optaron por reírse de los usuarios. Y que me dicen de la salida de pata de banco de Zapatero que, para justificar el fracaso escolar culpa a los padres. O el cerebro económico del gobierno que justifica la inflación por que los españoles damos demasiadas propinas a los camareros. ¿Pero que le han hecho los camareros?
El colmo ha sido convertir en sospechosos a los españoles para cobrarles un nuevo impuesto preventivo por comprarse un móvil o una mp3. Hacer pagar a la gente por su propia incompetencia para luchar contra la piratería es el mayor de los desatinos. Y todo para financiar a sus aliados titiriteros.
En fin, aprobaron los matrimonios homosexuales, el divorcio expres, y ya hablan de que hay que ir a una nueva ley del aborto más amplia y generosa –menos con los no nacidos-. Intentaron prohibir el vino. Luego los toros. Ahora la caza. Y no crean, si vuelven a ganar, volverán a intentarlo.
Todo esto con ser grave, solo son anécdotas si lo comparamos con el tema más trascendental y sangrante que ha ocupado esta legislatura. El cambiar de criterio y convertir a los terroristas en personajes de paz y a sus víctimas en proscritos. Cambiar las fichas del tablero y cuando teníamos a ETA a punto de jaque mate, ahora es la que establece cuáles tienen que ser los trazados del AVE.
Y a todo esto, buscando crear una cortina de humo, Zapatero emprende una campaña contra la Iglesia por haber movilizado a más de un millón y medio de familias que se sienten desprotegidas y atacadas por su gobierno. Incluso Pepiño dice que le tiene que explicar el Papa que es la familia tradicional. Valiente bufón.
Sin duda es el peor gobierno de la democracia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario