Con una frase parecida, los socialistas de Zapatero montaron toda una campaña mediática para utilizar el mayor atentado de nuestra historia en beneficio propio. Y les salió bien, les ayudó a conseguir el poder. Casi cuatro años de mentiras y embustes después, Zapatero reconoce que  mintió cuando dijo que se habían acabado los contactos y negociaciones con ETA, admitiendo en una entrevista a un diario nacional,  que, después del atentado de Barajas, siguió sentándose con los terroristas.
Cuando el próximo día 9 de marzo, los españoles acudamos a votar, deberemos pensar si nos gusta tener un Presidente que nos mienta o preferimos alguien en quien poder confiar. Está claro que si volviera a ganar Zapatero, España se merecería que su Presidente que les siguiera engañando y mintiendo.
En su día, dijimos que Zapatero continuaba negociando con los terroristas etarras, aunque él lo negara. Ahora él mismo viene a darnos la razón. Nosotros decíamos la verdad y él mentía a los españoles, incluso al propio Parlamento nacional.
¿Quién le puede creer ahora cuando dice que no volverá a negociar con ETA? Si ni siquiera ha sido capaz de reconocer su error, si insiste una y otra vez en que obró correctamente cuando se sentaba en la mesa con los que matan y extorsionan. Todos los españoles honrados saben que si tiene la ocasión, volverá a negociar. No ha aprendido nada. ¿Quién puede confiar en que cambie su política respecto a las victimas?.
En las hemerotecas consta que Zapatero y sus acólitos nos han mentido en este tema hasta en veinte ocasiones distintas. Dijo que con muertos sobre la mesa, tras el atentado de la T-4, ya no había negociación y, mientras, los contactos con la banda proseguían, demostrando el poco respeto que le merece la sangre de los inocentes.
En este punto hay que recordar la brutal campaña que tuvimos que aguantar los que defendíamos que Zapatero seguía negociando. No solo desde las filas socialistas o del propio gobierno, sino incluso de los medios afines y palmeros que volvieron a salir en su defensa. Hoy, seguimos esperando que éstos medios se disculpen y reconozcan quien decía la verdad y quien mentía y engañaba.
Nosotros lo tenemos claro y así lo hemos demostrado con nuestras declaraciones y actuaciones. Ratificamos y defendemos el compromiso expresado repetidamente por Mariano Rajoy de que no negociará nunca con una banda terrorista, ni ocultará la verdad a los españoles, por dura que sea, buscando con firmeza la derrota de ETA con la Ley y el Estado de Derecho, la Policía y la Guardia Civil, la cooperación internacional y la referencia permanente de las víctimas del terrorismo. Para Rajoy, negociar con los terroristas es un error. Mentir sobre ello una inmoralidad.
No acaba aquí la cosa., Zapatero continúa queriendo engañarnos, al decir que la economía en España va bien y que los que mienten somos los que decimos lo contrario. De manera que cualquiera de Vdes. que están leyendo este artículo y que cuando echan mano a sus bolsillos para comprar el pan, la leche, los huevos, la carne o cualquier otro producto de primera necesidad, comprueban que han subido de precio muy por encima del IPC, ya saben, mienten, y además, no son patriotas por que están creando desconfianza. ¡¡Él si que crea desconfianza y mucha!!
Dudo que sea capaz de reconocer que ha vuelto a mentir a los españoles al querer ocultar la crisis económica en la que estamos inmersos y para la que no tiene soluciones. Zapatero solo ha sabido vivir de las rentas dejadas por el anterior gobierno, pero no ha preparado nuestra economía para la época de las vacas flacas y ahora que ya ha llegado, se limita a negarla pensando que algún ingenuo le creerá.
El principal problema de nuestra economía es la inflación y el crecimiento del IPC, los cuales afectan directamente a los ciudadanos que lo sufren en primera persona. Nadie puede engañar a nuestros bolsillos. Los sueldos aumentan mucho menos que los precios de los productos básicos, salvo en casos concretos como el de nuestro presidente regional y su guardia pretoriana, cuyos salarios han aumentado en un 75%.
Los datos son conocidos. Los alimentos, con un incremento del 6,6% en el conjunto del año, fue uno de los grupos de consumo con mayor subida de precios. La leche, el pan y el pollo se llevan la peor parte, con crecimientos interanuales del 31%, 14,4% y 10,2%, respectivamente y así podríamos mencionar cualquier otro producto.
Según el prestigioso The Economist, el PIB en España crecerá siete décimas por debajo de la previsión oficial del gobierno de Zapatero. O lo que es lo mismo, apenas acabamos de aprobar el presupuesto para este año y los augurios más considerados confirman lo que se ve venir, un importante desfase y retroceso de nuestra economía.
Qué clase de zoquete mentiroso se empeña una y otra vez en mantener unas previsiones de crecimiento, y por tanto de ingresos y gastos, muy por encima de lo que nos anuncian los estamentos económicos nacionales e internacionales más cualificados. Si crecemos menos habrá menos ingresos, pero los gastos serán los previstos y por lo tanto habrá déficit, que acabaremos pagando con más inflación y recortes sociales.
Menudo “celebro” económico nos gobierna. Que Dios nos pille confesados.
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