Uno de los objetivos preferentes de nuestra sociedad es conservar el entorno natural. Esta es una responsabilidad de todos y para todos, porque de ello dependerá que las generaciones futuras puedan disfrutar de un medio ambiente sostenible, por lo que, en este objetivo, cualquier Gobierno debe dar ejemplo.
Por supuesto que España no puede quedarse al margen o ser ajeno a los esfuerzos que se realizan en el resto del mundo. Tenemos que responder al desafío y consecuencias que supone el cambio climático y para ello, nuestro país debe aportar capacidad de liderazgo, responsabilidad y eficacia.
Y eso ocurrirá si el próximo marzo gana el Partido Popular, porque nosotros estamos dispuestos a ello por convicción y porque somos conscientes de que España es un país especialmente vulnerable a este cambio climático. Somos vulnerables por nuestra situación geográfica. También por nuestra escasez y mal reparto del agua. Por el avance continuo de la desertificación en nuestro territorio. Por la pérdida de biodiversidad. En definitiva sufrimos especialmente problemas ambientales que pueden verse agravados en un futuro cercano.
Por eso, desde el Partido Popular se quiere convocar a la sociedad española a hacer de la lucha contra el cambio climático un compromiso ineludible de todos. Solo si todos arrimamos el hombro, solo si todos somos conscientes del peligro que se cierne sobre nosotros, seremos capaces de aunar esfuerzos para reducir su efecto.
Tenemos que apostar por la mejora de la calidad ambiental en nuestro país y por ello tenemos que avanzar decididamente en el uso racional de los recursos y la protección de nuestros parajes naturales. Es nuestro futuro y el de nuestros hijos.
Un Gobierno del Partido Popular sabe como hacer compatible la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático con el necesario crecimiento económico. Para ello hay que conservar y mejorar nuestros recursos naturales y avanzar necesariamente hacia una economía menos dependiente del petróleo.
Esto, que no es fácil, con Zapatero además es imposible. Aunque últimamente asistamos a una de sus campañas propagandísticas en las cuales se nos presenta como adalid en la lucha contra el cambio climático.
Si uno se entretiene en buscar datos, comprobará que éstos desmienten el ecologismo de Zapatero. Si estoy de acuerdo en que ha sido un presidente verde, pero no por su compromiso con el medio ambiente, sino por su inexperiencia y torpeza.
Hablemos de los datos del último Informe sobre Desarrollo Humano de Naciones Unidas, que nos revela que España genera el 1,1 % de las emisiones globales de efecto invernadero de todo el planeta. La emisión de 7,6 toneladas por habitante de CO2, el gas que más contribuye al calentamiento global, está muy lejos de las 4,5 toneladas anuales que emiten de media los países de nuestro entorno.
Por otro lado, desde el Observatorio de la Sostenibilidad de España, se alerta de los niveles de dióxido de nitrógeno, es decir de la contaminación sobre las ciudades españolas, que superan los límites permitidos para la protección de la salud.
Es más, en un estudio de la Fundación Laboral del Cemento y el Medio Ambiente se explica que España lidera en Europa el ránking de vertidos de residuos.
Mientras que los estudios de Naciones Unidas señalan que España es el país más árido de Europa y que la amenaza de desertificación alcanza ya a una tercera parte de nuestro territorio, en el que un 6 % ya se ha degradado de forma irreversible. Habiéndose perdido el 85 % de la superficie de los glaciares en los Pirineos y el 60 % de los humedales.
Pero no acaba aquí la cosa. Incluso los informes encargados por los técnicos de Zapatero anuncian un panorama desolador. Hablo del que realizaron 17 expertos sobre el Cambio Climático, que prevé veranos extremos, que la costa norte se convertirá en mediterránea en cuanto al suelo y el clima, y que el sur de España será un desierto.
Y Zapatero ¿qué hace para evitarlo? Tira de la chequera del dinero público para comprar, a mucho mayor precio del mercado, vídeos del discutido y discutible documental de Al Gore, o también con cargo a las arcas públicas, aumenta la subvención a la Fundación Clinton. De alguna manera tiene que pagarle las fotos que se hace con ellos. Pero lo peor de todo es que, como a su corto entender la ecología es cosa de la izquierda, confía en que mientras él gobierne el futuro está asegurado.
Desconoce que la ecología, la protección del medio ambiente, la lucha contra el cambio climático, no es ni de izquierdas ni de derechas, simplemente es de gente responsable y seria que está convencida de que hay que actuar hoy para preservar y mejorar el mañana. Zapatero se quedó anclado en el pasado, rehaciendo su memoria histérica y se olvida del presente y aún más del futuro.
Lamentablemente el tiempo corre en nuestra contra y hay que hacer muchas cosas, mientras que Zapatero viene demostrando que no sabe cuales son.
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