Respeto

Uno de los valores principales de la democracia es el respeto. A la mayoría, pero también a las minorías. Es más, también supone necesariamente respeto para aquellos acuerdos a los que se llegue con el contrincante, que no enemigo.
Difícilmente te harás respetar si te sientas a dialogar, negocias, acuerdas y firmas algo, e inmediatamente después sales corriendo a incumplirlo. Esto es lo que ha hecho nuestro Hugo Chávez regional. Después de haber llegado a un laborioso y complicado acuerdo, votado y aprobado en las Cortes Regionales, antes de que este sea aprobado por el Parlamento nacional, ha impuesto una reforma que no respeta lo acordado, votado y aprobado por él mismo con la oposición. ¡¡Para fiarse de él!!
Pero esta actuación no es un caso aislado o excepcional, ni mucho menos. También quiere y lo hará. Imponer al Defensor del Pueblo, forzando y exprimiendo los resortes normativos que sean necesarios. Como impondrá unilateralmente el Síndico de Cuentas, o el Consejo Social, o el Consejo Consultivo, etc., en definitiva, de lo acordado nada de nada. Aunque lo votara y firmara. Donde dije digo Diego.
Claro que esta forma de actuar no es exclusiva de Barreda. Digamos que es algo que les viene de cuna. Es consustancial con la forma de ser de los socialistas. Y sino basta mirar lo que ha sucedido la semana pasada en Albacete con la prórroga de la concesión a la empresa que explota nuestra Plaza de Toros.
Como tanto el Grupo Municipal Popular como el de Izquierda Unida decidieron votar en contra de dicha prórroga, al entender que el pliego de condiciones correspondiente ha sido claramente incumplido, los socialistas retiraron del orden del día de la Comisión de Feria dicha prórroga, e inmediatamente pusieron en marcha toda su maquinaria mediática, apareciendo determinados “expertos” en el tema taurino que públicamente afirman por activa y por pasiva que la propuesta de prórroga es justa y oportuna. Seguramente estos “expertos” desconocen el pliego de condiciones, o por lo menos, como se gastan menos que un candil apagado, ignoran las obligaciones que se contemplan en cuanto al servicio de almohadillas y repostería.
Eso por no hablar de que, artísticamente hablando, la empresa concesionaria, al menos en mi modesta opinión, también ha incumplido lo exigido en el citado pliego de condiciones. Eso sí, los bolsillos se los ha llenado feria tras feria, tanto por la rentabilidad de la plaza, como por como ha remendado las ganaderías lidiadas o los enjuagues que ha realizado cada vez que ha habido que sustituir algún torero.
En definitiva, los socialistas no admiten perder y cada vez que se acerca esa posibilidad, cambian la baraja, marcan las cartas, reparten y se quedan con la mejor jugada. Lo que sea pero tienen que seguir ganando. ¡¡Tramposos!!

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