Con mi dinero no

Según declaró alguna significada socialista, ministra de Zapatero por más señas, el dinero público no es de nadie. Sin embargo yo soy de los que piensan que el dinero público sí que tiene dueño, los ciudadanos, y a ellos hay que rendir cuentas de qué se hace con dicho dinero. Cada uno con el suyo puede gastarlo en lo que quiera, allá cada cual. Pero cuando hablamos de dinero público hay que ser extremadamente transparentes y cuidadosos. Hay que dar cuenta del último céntimo y hay que asumir la responsabilidad de haberlo utilizado para cuestiones aberrantes o inconfesables.
Viene a colación por el escándalo, uno más, que se está montando con la presunta utilización de dinero público para financiar una presunta película española que se publicita con un cartel en el cual un presunto terrorista encañona a un presunto agente de la Guardia Civil mientras este le hace una felación. Vamos presunto progresismo.
Esta presunta película, como la mayoría del cine español no vería la luz si no fuera gracias al dinero público de las subvenciones. En este caso, en el cartel anunciador, uno puede identificar claramente tres organismos oficiales que se supone han aportado el dinero necesario para poder crear tan discutida obra cinematográfica. Las tres instituciones son, la Junta de Andalucía, la Diputación de Málaga y nuestra Junta de Comunidades de Castilla La Mancha. Como lo oyen. El Sr. Barreda destina dinero de los impuestos de los castellano manchegos a financiar esta presunta película.
El tema trata sobre tres jóvenes, español, mejicano y marroquí, que se escapan de un centro de acogida y viajan a Madrid con la intención de integrarse en ETA, para lo cual planean un atentado que demuestre de lo que son capaces, mezclado todo con la homosexualidad de alguno de sus protagonistas. Lo que se dice un guión de película.
Hoy día en España, son muy pocos los que son capaces de arriesgar. Me refiero a buscar financiación privada, un guión con clase, los técnicos apropiados y los actores necesarios para sacar adelante un proyecto cinematográfico rentable, que atraiga a los espectadores. Es más fácil sonsacar dinero público a instituciones como nuestra Junta de Comunidades de Castilla La mancha, que, como entiende que el dinero público no es de nadie, no le cuesta nada financiar bodrios como este. Solo falta un guión chapucero, meter una dosis de homosexualidad, contratar algún actor de izquierdas como Juan Luis Galiardo y hacer una peliculita que, aunque no lleve a nadie a las salas, con el dinero público recaudado ya da para repartir entre los titiriteros progresistas.
Para colmo, si hay relaciones homosexuales y no hay película española que no las incluya -está de moda-, se presenta la peliculita a cualquier festival de género, como el II Festival de Cine Gay-Lésbico de Andalucía, que se está celebrando en Córdoba, y con un poco de suerte hasta les dan un premio. Y es que, pásmense, este festival está dotado con 26.000 euros en premios. Es el que más premios reparte de toda Europa. Para que luego digan que no “semos” europeos.
Todo esto, a mi, y seguro que a la inmensa mayoría nos importa un “pijo”, pero que para montar esta mierda se utilice dinero de mi bolsillo, me lleva los diablos. Como contribuyente exijo a mi presidente regional que dé una explicación pública y después, que cese a los siverguenzas que han permitido que Castilla La Mancha se vea manchada de esta forma. Igualmente debe pedir disculpas a aquellos que nos hemos sentido ofendidos, especialmente a los miembros de la Guardia Civil. Si Barreda no es capaz disculparse por permitir que con dinero de los castellano manchegos se financie presuntas películas donde se ofende y denigra a la Guardia Civil, merece todo mi desprecio y mi indignación.
El dinero público es sagrado, tanto como la dignidad, el honor y el respeto de un cuerpo que lleva tantos muertos y tanta sangre derramada. Aunque solo fuera por eso, habría que echar a la calle al que ha aprobado la participación de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha en esta presunta película.

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