Este tío nos lleva a la ruina

Algún meapilas me tachará de antipatriota, pero vamos cuesta abajo y sin frenos. Y si no ¿qué me dicen de los últimos datos del desempleo y los contratos registrados en nuestra provincia?
No faltará quien diga que soy un agorero. Todo el que viene avisando que la crisis nos alcanza lo es, y es que, para los socialistas, todo está controlado, apenas sufrimos una pequeña desaceleración, pero no pasa nada. Somos unos quejicas.
En una situación económica mundial más que preocupante, España no está al margen, máxime si Zapatero ha malgastado su mandato en inventar problemas, reabrir heridas, enfrentar a los españoles y romper la solidaridad entre comunidades, en vez de prepararnos para afrontar esta situación en mejores condiciones.
Empecemos por el número de parados de nuestra provincia, que en febrero han llegado a los 25.383 (780 parados más que el mes pasado). Y lo peor es que se ha roto la tendencia de años atrás, de reducción del paro durante el primer semestre y aumento en el segundo. Este año la subida sigue también durante estos meses de 2008.
Otro dato es que, desde mayo de 2005, la cifra registrada ahora, solo había sido superada en un par de ocasiones.
Además, del total de parados registrados, casi el 87% son mayores de 25 años, con lo cual hablamos que muchos de ellos tienen familias a su cargo.
Del total de parados registrados, el 67% son mujeres. Sigue habiendo el doble de mujeres paradas que de hombres. Salvo en el sector servicios, donde por cada hombre parado hay tres mujeres en esa situación. Zapatero lo llama política de igualdad.
En cuanto a los contratos registrados en nuestra provincia, han sido un total de 9.746 (808 menos que el mes pasado), de los cuales solo el 13% han sido indefinidos. Por cada contrato indefinido registrado, se han hecho casi siete temporales.
Es el resultado de la política de empleo de Zapatero. Si un gobernante no trasmite confianza y seguridad, el mercado de trabajo responde con precariedad y temporalidad.
Esto es muy serio, estamos hablando de personas. Luego no vale lamentarse. Hay que elegir.