El PP ha denunciado recientemente el reparto tan desigual y arbitrario que ha hecho el Sr. Barreda y su corte de “bienpagaos” para distribuir los fondos del FORCOL -Fondo Regional de Cooperación Local-.
Vaya por delante que estos fondos son de dos tipos, unos para repartir con criterios objetivos y otros destinados a financiar inversiones en obras y servicios para municipios o entidades menores.
Como en el segundo caso no hay establecido unos criterios objetivos y transparentes, y visto el arbitrario reparto realizado por Barreda y sus chicos, es por lo que el PP ha puesto el grito en el cielo y con razón.
Y no hablamos de poca cosa, se trata de repartir casi treinta y cinco millones y medio de euros -casi 6.000 millones de las antiguas pesetas-, con los que financiar casi mil cien obras solicitadas y proyectadas por innumerables pueblos y ciudades de nuestra comunidad, a lo largo de este año y el que viene.
Cualquier castellano manchego pensará que estos fondos deben destinarse para conseguir que nuestros municipios y ciudades sean cada vez más habitables, cuenten con las mismas condiciones e instalaciones públicas, con los mismos servicios, en definitiva deberían servir para que sus habitantes vivan cada día mejor e igual, vivan donde vivan. Por eso deberían destinarse a eliminar desigualdades, cohesionar y vertebrar nuestra comunidad.
Pero vivimos bajo un régimen socialista -hay generaciones que no han conocido otro color de gobierno-, donde casi todos los recursos se destinan a comprar voluntades. El sectarismo es la consigna principal de los socialistas castellano manchegos “barredianos”. Por lo que su empeño en tener amordazada a la sociedad a base de subvenciones, también se aplica al reparto del FORCOL, ignorando las necesidades de la población y de los municipios.
Lógicamente, si se hace un reparto como el denunciado por el PP, con criterios puramente arbitrarios y sectarios, las desigualdades entre municipios y sus ciudadanos aumentan, ya que Barreda los discrimina en función de donde vivan. Sí, ya se que habrá quien diga que no es verdad. Por eso daré algunos datos que hablan por sí solos.
Si las cuentas las hacemos a nivel regional, las diferencias son igualmente llamativas. Por ejemplo podemos ver como la media de euros que se le conceden a los ayuntamientos socialistas llega a los 20 euros por habitante, mientras que los gobernados por el PP solo reciben 15 euros por habitante.
En cuanto a las capitales de provincia, mientras que Albacete o Toledo reciben más de doce euros por habitante, Guadalajara solo recibe poco más de siete, Ciudad Real poco más de cinco y Cuenca apenas cuatro y medio. Adivinen quien gobierna en cada sitio. Es decir un conquense recibirá tres veces menos que un toledano. O lo que es lo mismo, Toledo necesita tres veces más inversiones que Cuenca.
En cuanto a nuestra provincia, resulta que en los municipios con mayor población, como Hellín o Caudete rondan los dieciocho euros por habitante, mientras que La Roda no llega a los doce euros por habitante.  Es más, si consideramos el total de municipios que han sido agraciados con este sorteo teledirigido, comprobamos que los socialistas obtienen de media casi treinta y tres euros por habitante, mientras que los populares no llegan a los veintinueve euros por habitante.
Con este reparto, Barreda demuestra que para él, todos los castellano manchegos no son iguales, todo depende de donde viva y quien gobierne ese lugar. Si son de su color político, la parte ancha del embudo, en caso contrario la estrecha.
Definitivamente, este presidente sigue las andanzas de su predecesor, dedicándose a repartir billetes en función del color político de quien lo solicita y no de las necesidades reales de nuestros pueblos y ciudades.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario