Servicio de autobuses Ciudad Directo

Me llega por Internet una queja sobre este novedoso y avanzadísimo servicio de comunicación entre las principales capitales de nuestra región que, con dinero público y tras casi treinta años de gobierno, han tenido a bien instaurar nuestra élite socialista.
Resignada, la persona que lo envía reconoce su absoluta certeza de la inutilidad de su queja, pero coincidiendo en la poca efectividad de la misma, ejerzo mi derecho al pataleo y por eso la hago pública para quien quiera conocerla.
Dicho servicio de autobuses, además de ser insuficiente, y en muchos casos inoperante por su escasa oferta de horarios y recorridos, funciona como en un país tercermundista, y es que, cuando quieres comprar un billete con antelación debido a la importancia del viaje, puedes escuchar del responsable oportuno: "Si no puede perder el viaje, venga temprano a hacer cola. Y si prevé que puede haber cola, pues venga más temprano aún. Los billetes sólo se venden en el autobús antes de salir", Y es que eso de vender billetes con antelación es “mu” moderno para una comunidad con el segundo presidente mejor pagado de España.
Vergüenza debería darles a los prebostes socialistas y sus satélites que casi treinta años después de llegar al poder en esta comunidad, ir de Albacete a Toledo sea una odisea. Como lo es ir de Ciudad Real a Cuenca, o cualquier otro itinerario que uno se proponga. Y no digamos de hacerlo por ferrocarril. Ni hay un servicio en condiciones, ni se le espera. Claro que a ellos no les afecta, no lo utilizan -tienen coche oficial-, eso queda para el pueblo, y gracias por tener un medio de transporte que no sea el vehículo particular.
Claro que si uno quiere ir a Toledo desde Albacete y cuando va a subir al autobús éste está lleno, no hay que preocuparse, solo hay que esperar a que pongan otro. Eso sí, en la espera uno puede perder la ocasión de llegar a tiempo a un examen, una cita, o lo que tenga programado. Y es que en Castilla La Mancha, pedir que un servicio como el Ciudad Directo te garantice el viaje en el tiempo y fecha previsto es pedir demasiado.