Cuanto antes mejor.

Cada noticia económica que conocemos es como una nueva bofetada a nuestro futuro. Esto no va bien, todo lo contrario, va de mal en peor. Mientras, el gobierno zapateril que está para gobernar, se empeña en mostrarnos su despiste y desorientación.
Si un ministro dice una cosa, no tarda en aparecer otro afirmando lo contrario. Nadie pone orden en sus declaraciones. Nadie, ni siquiera el visionario de Zapatero coge el toro por los cuernos y toma medidas.
Al contrario, ajenos al nublo que tenemos encima, el gobierno zapateril sigue aumentando el gasto público como si las arcas del Estado no tuvieran límite. Parece que su objetivo fuera acabar de gastar lo poco que queda. Es una huida hacia delante irresponsable y que todos pagaremos.
Como gobernantes tienen la obligación de gobernar, es decir, tomar decisiones, algunas no muy gratas y menos en los tiempos que corren, pero que no hay más remedio que tomarlas. Cuanto más tarden en hacerlo peor será para todos.
Y tienen que mirar al futuro y llamar a la colaboración de todos, más que en una situación normal. Hay que buscar un gran pacto nacional donde confluyan no solo los partidos políticos, sino los agentes sociales, los empresariales, los económicos, los técnicos, en definitiva hay que buscar medidas que emanen del mayor consenso posible.
Basta ya de negar la evidencia, de llamar antipatriotas y catastrofistas a los que llevamos avisando de la que se avecinaba. Hay que reconocer la verdad y explicar a los españoles la situación real de nuestra economía. Hay que decirles que, entre todos, saldremos adelante. Es la única forma de recuperar la confianza perdida.
El líder de la oposición, Mariano Rajoy, ha ofrecido su colaboración sincera y le ha presentado un paquete de medidas que se basan en la austeridad del gasto público, la rebaja del Impuesto de Sociedades de hasta un 20%, el aumento de las deducciones por vivienda, una reforma laboral pactada con los sindicatos y empresarios, fomentar mayor competencia y avanzar en la liberación de los mercados.Mal haría Zapatero en no aceptar su ayuda.