Acumulación de anecdotas

Corría el año 2002, cuando el entonces Alcalde de Albacete, jaleado por su corte de plañideras subvencionadas, protagonizó una de sus campañas mediáticas, esta vez para exigir la urgente, necesaria, irrenunciable e imprescindible construcción de una Planta de Ósmosis Inversa, que mejorara la calidad del agua suministrada a nuestra ciudad a través de la infraestructura del trasvase.
Empeñó su palabra en que dimitiría antes que admitir el agua proveniente de la cabecera del Pantano de Alarcón, solamente tratada en la Estación de Tratamiento y Potabilización, conforme al proyecto aprobado, aceptado y ejecutado. Repitió una y mil veces que el agua resultante era de peor calidad que la extraída de los pozos subterráneos y se comprometió a que los albaceteños beberíamos agua mineral, para lo cual era preciso construir antes la citada Planta de Ósmosis Inversa.
Han pasado más de ocho años y la urgente, necesaria irrenunciable e imprescindible ósmosis inversa ha pasado a mejor vida. Ni está, ni se le espera. Ahora debemos conformarnos con que algún día, a saber cuando, se construya una planta de nanofiltración, que es mucho más barata y medioambientalmente menos dañina. Todo lo que ha sucedido en estos ocho largos años, se llama, según el ocurrente Ramón Sotos, “acumulación de anécdotas”. Él si que es una anécdota y no pequeña.
Más o menos como el hecho de que, después de prometer la sustitución de los filtros de arena de sílice, en la Estación de Tratamiento y Potabilización, por filtros de carbono activo para mejorar el olor y el sabor del agua, todo quedara en el olvido, hasta que, ante la presión ejercida por los usuarios y la oposición del PP, se retomara el asunto. Eso sí, solo sustituirán la mitad de los filtros. Por supuesto no se sabe ni cuando, ni cuanto costará, ni quien lo va a pagar.
Ustedes se imaginan que pasaría si el gobierno central fuera del PP. Seguro que, con el respaldo de sus palmeros, se exigiría que se sustituyeran los diez filtros y sin coste para nuestros bolsillos, en caso contrario, amenazarían con dimitir en bloque.