Porqué el cromo.

Han sido muchos los que me han preguntado el porqué del título de mi artículo de la semana pasada, aquí en Gente de Albacete. Lo titulaba el cromo y muchos no entendía los motivos. Pues intentaré aclararlo a continuación.
Al inicio de esta legislatura, para permitir que los nacionalistas vascos pudieran constituir su propio grupo en el Senado, como no tenían suficientes senadores propios, recibieron a préstamo cuatro senadores socialistas, uno de los cuales fue Diego García Caro, a la sazón Alcalde de Hellín.
Es decir, el único senador socialista por Albacete fue utilizado como si de un cromo se tratara, prestándolo para que un partido político contrario pudiera obtener los beneficios económicos que supone tener su propio grupo en el Senado. A esa inmoralidad, sin inmutarse ni avergonzarse, se prestó gustoso García Caro.
No podía negarse a servir de moneda de cambio, al fin y al cabo tiene que estar eternamente agradecido a su partido por haberle hecho senador y con ello, retrasar y alejar al máximo que tenga que rendir cuentas de sus irregulares actuaciones al frente del consistorio hellinero. Que nadie lo dude, el motivo de su designación para el Senado no es otro que obstaculizar las causas que contra él se siguen en los tribunales.
De hecho, ahora mismo, se está a la espera de que el Presidente del Senado certifique la condición de García Caro como Senador, en cuyo momento, la causa que se sigue contra él, habrá que remitirla a instancias superiores, y una vez pedido y concedido el suplicatorio correspondiente, continuar con el procedimiento abierto.
Con todo y con eso, por muchos obstáculos que los socialistas sean capaces de poner en el camino de la Justicia, hay que confiar en que ésta llegue y que García Caro responda por sus muchas actuaciones anómalas.
No solo ha actuado irregularmente con la concesión de la licencia de obras para un paraje protegido como Las Higuericas, recientemente anulada por la Justicia, también la Justicia le ha anulado una sesión plenaria irregularmente celebrada, incluso ha sido capaz de llevar ante los tribunales a un funcionario de habilitación nacional, como es el Interventor Municipal, obteniendo como respuesta una sonora bofetada, ya que su denuncia fue desestimada. Eso sí, García Caro no ha pedido disculpas al funcionario denunciado y es que siempre ha habido clases.
Y su clase la demostró la pasada semana, cuando en la repetición del pleno de presupuestos anulado por la Justicia, dirigiéndose al portavoz popular le llegó a decir que tuviera cuidado cuando saliera a la calle.
Ese lenguaje de matón de barrio demuestra que el traje de Senador le viene grande, y el de Alcalde no digamos.

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