Cuando estamos asistiendo al esperpento mediático que supone que todos y cada uno de los presidentes autonómicos pasen por caja a ver que cae, conocemos que nuestra comunidad, Castilla La mancha, por fin está en los puestos de cabeza de algo, aunque desgraciadamente no sea positivo.
Hablo del nivel de endeudamiento que tienen las distintas comunidades autónomas, cuya media es del 6,9 por ciento de su producto interior bruto, mientras que nosotros, llegamos al 7,7 por ciento de nuestro PIB, consiguiendo el cuarto puesto en el citado ranking nacional.
Dicha deuda es el resultado de sumar la propia de la acción del gobierno regional, que en Castilla La Mancha asciende a 2.121 millones de euros y supone el 5,6 por ciento del PIB de la comunidad, similar a la media nacional, y añadirle otros 786 millones de euros (2,1% del PIB, y que es el doble que la media nacional) de deuda acumulada por la pésima gestión de las veinte empresas públicas propiedad de la JJ.CC. Lo que hace que la deuda total acumulada por nuestra región llegue a los 2.907 millones de euros (casi 484.000 millones de las antiguas pesetas) que debemos todos los castellano manchegos y, que nadie se equivoque, tendrán que salir de nuestros bolsillos, y con intereses.
Para que nos hagamos una idea de cómo maneja las finanzas regionales el presidente Barreda, el del 75% de subida salarial en tiempos de crisis, solo hay que decir que, cuando llegó al gobierno de Castilla La Mancha, la deuda acumulada que había era de 1.407 millones de euros, por lo que la ha aumentado en más de un 106%.
Es más, según los datos ofrecidos por el Banco de España, Castilla La Mancha ha aumentado su deuda en los últimos cuatro años, tres veces más que la media de las comunidades autónomas españolas, que no es moco de pavo.
Y aquí todos tan contentos. Como si esto no fuera con nosotros. Como si alguien que no seamos los castellano manchegos fueran a pagar el despilfarro y descontrol en que nos está metiendo Barreda.
Nuestra comunidad siempre ha sido una tierra humilde, de las más pobres de España, de las más abandonadas y castigadas por el gobierno de turno, pero hemos vivido sin grandes sobresaltos. Ahora, cuando la crisis económica nos castiga con crudeza y tira por los suelos miles de ilusiones e iniciativas, asistimos al espectáculo de un gobierno incompetente que solo sabe gastar en propaganda y autobombo, muy dado a inventar empresas públicas para colocar a sus amiguetes del partido.
Y es que esta clase política socialista no solo no nos saca de pobres, sino que en vez de eso, nos endeuda hasta las cejas.
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