Tras el espectáculo de incompetencia e imprevisión del Ayuntamiento para adjudicar la plaza de toros, por fin se abrieron las plicas con las ofertas de cada una de las empresas admitidas, las cuales a bote pronto son muy similares.
Si una toma ventaja en un apartado, la otra lo hace en otro, pero a la postre la valoración se antoja muy igualada, recordándome cuando la última empresa adjudicataria de nuestro coso, lo fue tan solo por un punto de diferencia sobre la siguiente, aunque de esa valoración mejor no hablamos.
Ahora, a contrareloj, los técnicos tienen que valorar lo que ofrece cada una con arreglo a los criterios puramente matemáticos que recoge el pliego de condiciones del concurso, lo cual es fácil y donde no cabe la posibilidad de discrecionalidad.
Otro tema son los apartados, que los hay, donde la valoración es un tanto subjetiva y que, dada la igualdad de las ofertas, podría hacer que la balaza se vuelque para un lado o para otro.
Para colmo, hay una oferta de la anterior empresa, la cual a mi juicio, ha incumplido reiteradamente las condiciones que ofreció en su anterior concesión. Como el retraso en el pago de los derechos de televisión o el fraude que supuso visitar y reseñar más de ochenta toros a lidiar en nuestra plaza, de los cuales luego apenas se lidiaron catorce o quince.
Pero eso si, esta empresa ha contado siempre con el respaldo, consentimiento y complicidad del Concejal de Asuntos Taurinos, por lo que tiene mucho ganado y como todo el mundo sabe, si de él dependiera seguiría con nuestra plaza.
Y tenemos otra oferta de una empresa aspirante a nuestra plaza, ligeramente con más puntuación, a la que hay que conceder el beneficio de la duda, y que cuenta con la animadversión del concejal de asuntos taurinos, con lo que su posible adjudicación sería un matrimonio de difícil convivencia. Lo que no entiendo es como esta empresa no lo recusó cuando se pronunció públicamente en contra de esta última.
Con todo, cuando uno está cansado de lo que hay, no está demás arriesgar y cambiar a ver si mejora.
La solución en unos días.
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