Dime de lo que presumes

Y te diré de lo que careces. Es por eso que por principios desconfío de todos aquellos que recurren mucho a las palabras mágicas. Me refiero a paz, libertad, transparencia, tolerancia, etc. Normalmente, salvo honrosas excepciones, detrás siempre hay alguien que hace lo contrario de lo que dice.
Así, no sorprende que cuando los socialistas hablan tanto de libertad, se den casos como el sucedido durante la pasada procesión del Hosanna, en Cuenca, donde sus concejales se negaron a participar si los populares no se quitaban de la solapa el lazo blanco que portaban, pretendiendo impedir el derecho que cualquiera tiene a llevar un pequeño lazo blanco para expresar su oposición a una futura ley del aborto.
Están en su derecho a no querer caminar juntos, pero que eso lo hagan los que tanto hablan de libertad, no deja de ser una paradoja. Podían haberse puesto un lazo rojo para mostrar su respaldo a la muerte de más de 120.000 niños al año.
Y es que uno decide libremente si participa o no en la procesión, pero no puede pretender imponer como deben ir los demás, y menos chantajear o amenazar con su retirada si no se quitan un lazo. Cada cual es responsable de lo que lleva y lo que significa, y si no te gusta, te quedas o te vas, sin más historias ni imposiciones.
Como tampoco los socialistas pueden negarse a que haya una comisión que investigue lo sucedido en CCM, apoyados en su mayoría parlamentaria, al tiempo que hablan y no callan de la transparencia y los bolsillos de cristal. Oponiéndose a esa comisión han hecho lo contrario de lo que predican, dando a entender que algo muy grave tienen que esconder, y que tarde o temprano conoceremos.
Y es que, estos sociolistos no son de fiar. Cada vez les cree menos gente. Por eso, cuando Zparo vaticinó que en marzo empezaríamos a ver los primeros signos de recuperación, nadie se lo creyó, y el tiempo y los datos, volvieron a dejarlo en evidencia. El desempleo creció un 57%, superando los tres millones seiscientos mil parados, y la afiliación a la Seguridad Social cayó un 6,5%.
Como para confiar en ellos.