En casa de herrero.

Cuchara de palo. Hablo de lo denunciado por la oposición sobre las obras del edificio de Isaac Peral, propiedad de la Diputación Provincial, para habilitarlo como sede del III Centenario de la Feria de Albacete.
El caso es que se presentó un proyecto para el que se pidió licencia de obra y actividad, contestado negativamente por los técnicos municipales, advirtiendo de las anomalías que debían ser subsanadas antes de valorarlo favorablemente, comunicándoselo así a la Diputación Provincial.
Desde entonces ha pasado más de un año. Sin que se conteste o corrija el proyecto inicial, con lo que presuntamente, la solicitud de obra y actividad habría caducado. Por si acaso, en el trámite constan tres informes negativos de los técnicos municipales, a los cuales no ha hecho caso la administración provincial.
Por contra, los socialistas de la Diputación decidieron que no necesitaban ninguna licencia, ellos están por encima de eso, por lo que iniciaron las obras. Además, a sabiendas de que el edificio tiene una especial protección, específicamente para su cubierta, como eso no va con ellos, la desmontaron y cambiaron. ¡¡Si esto lo hace un particular!!
¿Y la Alcaldesa?, como siempre, de foto en foto y de sarao en sarao, pero sin enterarse de lo que se hace a sus espaldas, demostrando que es una figura decorativa.
¿Y los técnicos municipales? ¿En esta ocasión se callarán o actuarán como si de un particular se tratase?
¿Y Los concejales socialistas? ¿Cumplirán la ley sin mirar quien es quien la incumple, o mirarán para otro lado?
¿Y los diputados provinciales? ¿Depurarán responsabilidades y cesarán al chulo que decidió empezar la obra sabiendo que no había licencia?
¿Y Charo Gualda? ¿Se tragará también este sapo?
¿Y Apeca? ¿Se sumará a la denuncia de los populares para exigir que se aclare este asunto y no se trate de igual forma a quien incumpla la normativa, sea público o privado? Entre todos la mataron y ella solo se murió. Es decir, no pasará nada. Con los socialistas nunca pasa nada. La culpa siempre es de los demás. Y casi todo el mundo calla.