Durante el pasado debate del Estado de la Nación, Zparo volvió a sorprender con un número de ilusionismo, su gran pasión, logrando embaucar a muchos de sus correligionarios.
De su chistera sacó varios conejos, que si la ayuda directa para la adquisición de coches, que si ordenadores portátiles para cada alumno de 5º de primaria, que si la supresión de la deducción por compra de vivienda a las rentas de más de 24.000 euros, etc., consiguiendo sacar adelante dignamente un debate que a priori tenía perdido.
Pero todo fue flor de un día. Ya que, al no contar con los respaldos suficientes, ni haber negociado previamente las medidas propuestas, todas ellas quedaron en agua de borrajas. Es decir, en otro brindis al sol, en papel mojado.
De las ayudas para incentivar la compra de coches, solo ha conseguido generar un caos en los concesionarios y romper la unidad de mercado, ya que no todas las comunidades han respaldado su propuesta de aportar dinero para ello.
En cuanto a los prometidos ordenadores, a la hora de aprobarse tal medida todo ha quedado en un texto inconcreto que para nada se parece a lo anunciado por Zparo en el Congreso.
Y si hablamos de la supresión, a partir de 2011, de las deducciones fiscales por la adquisición de vivienda a las rentas de más de 24.000 euros y progresiva reducción a las que superen los 17.000, resulta que el texto aprobado ni habla de plazos, ni de cantidades, ni de porcentajes.
Por el contrario, a pesar de no ser uno de los conejos que sacó de su chistera, los chicos de Zparo fueron capaces de negociar, acordar y firmar un principio de reforma laboral junto a los nacionalistas de CIU. Eso sí, luego atendieron el chantaje de los dos diputados de IU, sin olvidar las amenazas de huelga general de los sindicatos y donde dije digo, digo Diego.
Con todo, aunque apenas haya trascendido, el Congreso aprobó una resolución recriminando a Zparo su manifiesta incapacidad para cumplir sus promesas electorales. Y es que una cosa es anunciar, vender y prometer, y otra muy distinta cumplir. Y en eso Zparo sí es un experto.
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