Para construir el AVE que uniera la capital de España con el Levante surgieron varias posibilidades. La opción Sur era la más beneficiosa para Albacete. Además era la más barata, la de menos plazo de construcción, la más rápida y la de menos impacto medioambiental, ya que se trataba de aprovechar el actual trayecto ferroviario existente.
Pero había otras partes implicadas que también tenía que opinar, de tal manera que el Ministro del ramo, Álvarez Cascos, se encontró encima de la mesa un acuerdo firmado por todas las partes, léase Comunidades de Murcia, Valencia, Castilla La Mancha y Madrid, eligiendo la opción de Motilla.
Murcia apostó por esta opción por dos motivos. Uno, mantenía la conexión, mejorada, con Madrid a través de Albacete, y obtenía el compromiso de su inclusión en el futuro corredor ferroviario del mediterráneo.
Valencia lograba su sueño, el camino más corto entre la capital de su comunidad y Madrid, que es a través de Motilla y Cuenca. Sin olvidar que para Alicante mantenía la misma conexión, mejorada, con Madrid a través de Albacete, y obtenía también el compromiso de su inclusión en el futuro corredor ferroviario del mediterráneo.
Madrid quedaba satisfecha, ya que al mantenimiento y mejora de las conexiones con Alicante y Murcia a través de Albacete, añadía la ventaja de conseguir el camino más corto entre esa capital y Valencia, por el trayecto de Cuenca y Motilla.
Castilla La Mancha era la que menos beneficiada salía. Ganaba Cuenca, ya que pasaba a ser paso obligado de todos los AVE que unan Madrid con Valencia, Alicante y Murcia. Ganaba Motilla, que además de también ser paso obligado, se convertía en el verdadero nudo de comunicaciones ferroviarias entre el centro y el levante. Y solo había una clara perdedora, Albacete.
Hasta ahora habíamos sido el paso obligado y nudo principal de las comunicaciones ferroviarias. Seguramente se mejorarán los tiempos y la comodidad de los viajes que unan Murcia y Alicante con Madrid, de lo cual nos podremos aprovechar, pero el impacto negativo que supondrá tener que ir hasta Motilla para coger los trenes entre Valencia y Madrid o viceversa, será muy superior.
Esto significa que para ir a Valencia desde Albacete, habrá que coger un tren e ir a Motilla, bajarse y hacer trasbordo con el que pase desde Madrid a la capital valenciana. Al igual que si queremos ir a Madrid en el tren que venga de Valencia, habrá que subir a Motilla y hacer también trasbordo.Además los trenes entre Madrid y Murcia o Alicante tendrán que cambiar de ancho de vía en Albacete, lo que limitará su velocidad y por lo tanto, por mucha mejora en comodidad y tiempo con los actuales, dejarán de ser el AVE prometido.
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