En la inopia.

Casi todas las calles y plazas de cualquier ciudad son susceptibles de remodelarse y mejorarse. La Plaza de los Depósitos del Sol no iba a ser menos. Demasiado adoquín y escasísimas sombras con un mobiliario más que deficiente. Por supuesto que le viene muy bien un buen lavado de cara, que los vecinos de esa zona venían demandando y se merecen.
Pero no me negarán que un responsable político es elegido, entre otras cuestiones, para priorizar las actuaciones que ha de realizar la administración municipal. Y en ese caso no cabe duda que hay otras necesidades más urgentes y necesarias en la ciudad, como arreglar la calle Oro, que desemboca justo en esa Plaza, y donde se premia a quien encuentre un adoquín intacto. Con razón los vecinos hay colocada una pancarta que dice que, en vez de calle Oro, es calle La Miseria.
Hablando de prioridades, hace pocos días, la oposición popular en el Ayuntamiento, por boca de su concejala más activa, Josefa González, ha denunciado y con toda razón, el estado en que se encuentra la señalización horizontal de la ciudad y al respecto, ¿no es mucho más urgente y necesario pintar adecuadamente los pasos de peatones que hay que suponer existen? Verdaderamente es vergonzoso comprobar el estado de abandono y desidia en que se encuentra dicha señalización.
Y que me dicen sobre la necesaria y urgente sustitución de una vez por todas, de los contenedores de basura de apertura manual por los mil veces prometidos contenedores con apertura de pedal, ¿o acaso los vecinos de los barrios que no disponen de éstos últimos no pagan sus impuestos como los que más.
Pero también podríamos mencionar la exigua oferta municipal de pistas de tenis, sin olvidar la inexistencia de pistas de padel o squasch. ¿No sería más conveniente y urgente paliar estas carencias?
Está muy bien remodelar y modernizar nuestras calles y plazas. Es necesario y conveniente, pero sin que ello suponga abandonar otras necesidades más urgentes y necesarias. Y es que los socialistas que malgastan nuestros impuestos desconocen las necesidades reales de la ciudad.