Mejor que no nos enteremos.

Se acaba de aprobar con calzador la nueva financiación autonómica. Las comunidades solo tenían dos posibilidades si, o si. Ya que los demócratas socialistas habían introducido una cláusula por la que los que votaran en contra no recibirían ni un céntimo. Eso es defender la libertad, o votas a favor o te quedas a oscuras. Esa es la forma de negociar, consensuar y dialogar de los socialistas. Hasta ahora en las anteriores ocasiones, el dinero a repartir se sabía de antemano y en la misma mesa, todas juntas, y por unanimidad, acordaban el reparto. Pero eso era demasiado retrogrado. Ahora lo que se lleva es negociar bis a bis entre el gobierno y Cataluña, y una vez aceptado el chantaje, con Andalucía. Y lo que quede, como si fueran migajas. a repartir entre el resto. El resultado, los más pobres aportamos nuestros impuestos para que vivan mejor los más ricos. ¡¡Viva la solidaridad socialista!!
Pero lo peor es que nadie sabe a fecha de hoy cuánto dinero hay para repartir. De ocultarlo se ha encargado Zparo. Aunque en todo caso, como todas las comunidades van a recibir más que años antes, ello supondrá subidas de impuestos para todos.
Como tampoco sabemos a ciencia cierta cuantos parados tenemos realmente. Si comparamos las cifras del Servicio Público de Empleo Estatal, antiguo INEM, con las de la EPA, o con cualquier otra cifra facilitada por otro organismo, los números no coinciden. Lo único que sabemos es que como mínimo doblamos la media de desempleo europeo. Y eso sí que tiene demérito.
Por eso no es de extrañar que Zparo haya hecho las maletas y se haya ido de vacaciones, a nuestra costa, sin despedirse. ¿Qué pensaban que iba a cumplir su palabra de dar la cara y prestarse a un último debate sobre la crisis y el empleo antes de que nuestro parlamento cerrara por vacaciones? Que ingenuos.
Eso es como pedirle que haga públicas las cifras reales de la delincuencia en España. O que nos explique lo de la venta de armas a Israel. O que aclare porqué negaron la subida de impuestos en las recientes elecciones, y cuatro días después aprobaron un decretazo con ellas. Claro que si hablamos de esas elecciones, todavía nadie ha aclarado las encuestas avanzadas por el CIS, para eso que las sustituyan por las predicciones de la Bruja Lola, que para el caso es lo mismo.
Y es que a Zparo lo que le gusta es gobernar de espaldas a la calle. Él se conforma con estar en su nube, rodeado de sus palmeros y ocultando la realidad, por eso no quiere reconocer la oposición social que hay contra su nueva Ley del Aborto. O no quiere que sepamos el costo que nos supone sus viajes en aviones del ejército para uso particular. Y mucho menos nos aclarará el incremento de altos cargos que ha realizado desde que llegó al poder. Eso sí que sería de nota.

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