Deporte residual.

Cada día más gente considera la práctica deportiva como una saludable necesidad. Los médicos recomiendan hacer deporte al menos media hora al día. Defienden que es positivo, no solo para la salud física, sino también para la estabilidad mental. Por eso cada vez más personas nadan, corren, montan en bicicleta, o practican cualquier otro deporte de grupo. Está de moda y además uno se siente mucho mejor. Incluidas las personas mayores, a las que se les recomienda hacer un ejercicio moderado pero constante, como por ejemplo caminar diariamente.
Salvo para caminar o correr, necesitamos instalaciones deportivas municipales adecuadas y suficientes, encontrándonos con unos gobernantes municipales que también en esta materia hablan mucho y hacen poco. Tenemos pocas y caras.
Prueba de ello es ver todas las tardes a un grupo de inmigrantes, ignorados y abandonados por el IMD, desfogarse dándole patadas a un viejo balón en un solar del Barrio Sepulcro Bolera. ¿Dónde van a jugar al futbol? si los pocos campos que hay están supercocupados.
¿Y si alguien quiere jugar al tenis?, hay que ir antes de las siete de la mañana del día anterior al IMD y si no se adelanta nadie, puede reservar una de las tres pistas disponibles, las otras tres se dedican en exclusiva a los cursillos municipales. Y somos más de 170.000 habitantes.
Peor aún si cuatro amigos quieren jugar al pádel, deporte en auge, salvo en Albacete, donde no hay ni una sola pista municipal, como tampoco la hay de squash. Hay que ir a un gimnasio o club privado.
¿Y las piscinas?, basta leer en los periódicos las continuas quejas de usuarios denunciando que hay más gente intentando nadar, que en la calle Ancha en hora punta. Eso, si después de un sinfín de obstáculos, consiguen apuntarse.
Los socialistas que nos gobiernan pensarán que antes que facilitar a los albaceteños la práctica de deportes “residuales”, es preferible subvencionar con casi tres millones de euros al aeropuerto, a través del engaño de la publicidad en servilletas y reposacabezas.Ellos no hacen deporte, pero sí montan en avión.