Tengo un amigo que por motivos que no vienen al caso se ha separado de su mujer. Ha rehecho su vida con otra señora y todo le va viento en popa, salvo el tema de su hijo. Me refiero a que la primera vez que se plantó en la salida del colegio para verlo, coincidió con su ex, la cual no ha superado la ruptura como él. Su reacción fue violenta e histérica. La emprendió a insultos y empujones contra mi amigo, llegando a darle varias patadas y puñetazos, ante lo cual mi amigo prefirió salir corriendo.
Luego fue a comisaría a denunciar lo ocurrido. La primera pregunta que recibió del agente que le atendió, es si había devuelto la agresión. Y ante la respuesta negativa, el agente le soltó “menos mal, porque si lo hubiera hecho tendríamos que detenerlo y llevarlo al Juzgado de Violencia de Género, y seguramente acabaría entre rejas”. “Pero si el agredido he sido yo” contestó mi amigo, recibiendo como consejo que lo dejara correr y no se complicara la vida. Con lo que, con el rabo entre las piernas, agredido y humillado, abandonó la Comisaría sin realizar dicha denuncia.
¿Y que puedo hacer? Me preguntó el otro día. Cada vez que veo a mi ex, tengo que salir corriendo para evitar males mayores. Y yo le contesté que solo había una solución, afiliarse al PSOE y procurar hacerse con un cargo público. ¿Cómo me dices eso? Volvió a preguntarme. Y le conté el caso del Alcalde socialista del Ayuntamiento de Noblejas, en Toledo.
El citado Alcalde, bautizado como Agustín Jiménez Crespo, hace aproximadamente un año propinó un puñetazo en plena cara a una compañera de su Ayuntamiento, y digo compañera porque además de también concejala, era miembro de su propio grupo municipal, el socialista.
Desde entonces, ninguna asociación de mujeres progresistas, ni el Instituto Regional de la Mujer, ni la propia Junta de Comunidades, ni nadie del gobierno regional, y menos el presidente Barreda, ha hecho referencia a este asunto. Ni lo han criticado, ni lo han rechazado, ni lo han condenado, solo un silencio cómplice. A pesar de que la oposición se lo ha pedido en repetidas ocasiones y foros.
Ni siquiera ahora que se ha producido una sentencia firme que determina sin la más mínima duda, la culpabilidad del primer edil de Noblejas. Igual es que para Barreda, estas actitudes machistas tienen bula en función de quién sea, que amistades tenga o que carné lleve en la boca. Cualquiera defenderá la tolerancia cero ante la violencia de género, yo personalmente lo hago venga en la dirección que venga, y no comprendo las distinciones que hacen los socialistas y sus asociaciones sectarias de mujeres progresistas. Mi amigo, que piensa como yo, no me ha hecho caso. Prefiere seguir corriendo.
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