Desprotección social.

Dice Zparo que el objetivo de la inminente subida de impuestos es garantizar una recaudación suficiente para atender las necesidades de protección social. Hasta aquí todo suena a música celestial. Pero ¿qué hay realmente detrás de esta palabrería?
De momento ya sabemos que la negada tajantemente y luego defendida subida impositiva, supondrá un aumento de la recaudación en 16.000 millones de euros al año, lo que significa un incremento de la presión fiscal del 5%, o lo que es lo mismo, de media cada familia española pagará mil euros más al año. Por lo que la primera lectura es que los errores e incompetencia de Zparo han conseguido aumentar el déficit del Estado en cincuenta mil millones de euros, que se dice pronto, y ahora los tenemos que pagar los ciudadanos de a pié. Sufrimos su desgobierno y además lo pagamos.
Y lo peor de todo es que nos toma por gilipollas, al menos es como me siento cuando le oigo decir que lo peor ha pasado, o que la presión fiscal es baja y por eso se puede subir. Seguro que para su bolsillo eso es cierto, pero para cualquier economía familiar de clase media baja no, y que nadie lo dude, seremos los que paguemos los desmanes de un presidente que actúa como pollo sin cabeza.
Que lo peor no ha pasado todo el mundo lo sabe, prueba de ello es que las predicciones apuntan a finalizar el año con cinco millones de desempleados. Y que la presión fiscal es baja, también es mentira, lo que sí es cierto es que el año pasado, gracias a su improvisación, cien mil empresas cesaron su actividad y unido a los cuatro millones de parados, hicieron que se hundiera la actividad y la recaudación bajara, sin embargo, la carga individual media del IRPF de cada contribuyente ha sido de mil euros más en 2.008, de los que pagaba en 2.004, cuando Zparo accedió al poder.
Para colmo, Zparo anuncia que los presupuestos del próximo año serán los más austeros, y para ello propone reducir el gasto en 8.600 millones de euros, ocultándonos que en el presente año, el gasto previsto está un 20% por encima del aprobado, lo que supone un desviación de 32.000 millones de euros. Para que nos entendamos, como gran recorte anuncia que el próximo ejercicio la desviación será un poco menor.
Por muy profano que uno sea en materia económica, sabe que si cada día gastas más e ingresas menos, el futuro se antoja muy complicado, hasta el punto de que se está hipotecando y endeudando a las generaciones venideras, las cuales se verán obligadas a pagar esta política de huída hacia adelante, sin saber muy bien hacia a donde.
Y utilizar la excusa de la protección social es engañar a los que más la necesitan. La verdadera protección social consiste en crear y garantizar puestos de trabajos estables y dignos, que garanticen el mantenimiento de las pensiones y del sistema productivo.
A la gente hay que darles trabajo, no limosnas.

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