Ruido de sables.

Cada vez con más insistencia aparecen en los medios de comunicación atisbos de discrepancias dentro de las filas socialistas. Día a día son más los que se atreven a discutir públicamente la capacidad de su líder para salir de la crisis en que nos encontramos. Incluso muchos de ellos lo responsabilizan directamente del mayor impacto de ésta en España. No comparten las recetas y ya no se creen las mentiras y milongas con que Zparo nos obsequia cada dos por tres.
Uno de esos movimientos internos apuesta por sustituirlo por Joaquín Almunia, que aunque dicen que segundas partes nunca fueron buenas, siempre sería mejor que lo que sufrimos ahora. En todo caso, se consolide o no esa u otras opciones, bueno es que dentro del socialismo empiecen a darse cuenta del muerto que tenemos encima.
Y es que es muy difícil cerrar filas con un líder que cada día se aísla más. Que a pesar de haber multiplicado su número de asesores, no hace caso de sus consejos y se deja guiar únicamente por sus ocurrencias personales. Y así nos va. Poco apoco los que fueron sus compañeros de gobierno abandonan el barco, y este cada día se hunde más.
Zparo no puede quejarse de no haber recibido consejos y propuestas desde muchas partes, incluida la OCDE, pero a todos ha hecho caso omiso. Se empeña en cambiar por las bravas nuestro modelo económico, sin modificar el modelo laboral, lo cual es imposible. Es más se empeña en anunciar que hemos tocado fondo, que lo peor ha pasado, mintiéndonos una vez más, como prueba el hecho de que, según las mejores previsiones, el próximo año se destruirá tanto empleo en España como en Francia y Alemania juntas. Y por supuesto, nuestra tasa de paro seguirá aumentando hasta superar los cinco millones de desempleados. ¿Dónde queda la promesa del pleno empleo?
Por eso no me extraña que hasta sus votantes y correligionarios se estén hartando de las mentiras de un presidente incompetente y sectario. Como decir que la mayoría de españoles quiere pagar más impuestos, si según los últimos sondeos, solo 1 de cada 10 piensa así. Es más, el 77% se opone frontalmente a ello. O cómo se atreve a afirmar que desde que él gobierna la fiscalidad se ha reducido. Él sabe que bajo su mandato, según la Fundación de Cajas de Ahorro, cada contribuyente ha sufrido una subida fiscal media de 355 euros, motivada por la actualización de los sueldos que ha hecho que se tribute a un tipo superior en el IRPF. Lo que sí es cierto es que con la caída de la producción, del consumo de la actividad, y del empleo, se ha recaudado menos.
Seamos serios, no es tan complicado. En Alemania acaban de hacerlo. Han bajado los impuestos y han recortado los gastos. El resultado, han empezado a salir de la crisis. Mientras, Zparo nos sube los impuestos para perdonarle la deuda a Evo Morales y regalar miles de euros a los gays de Zimbabue. Así nos va.

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