Estamos asistiendo al ejercicio de confusión al que se ha adherido el gobierno de Zparo como si de un clavo ardiendo se tratara. No les vale lo que digan los medios de comunicación, ni los grupos de la oposición, ni siquiera los sindicatos y asociaciones empresariales. Ni atienden a las razones que esgrimen todos los organismos internacionales expertos en la materia, incluido el Fondo Monetario Internacional. Todos están equivocados, solo Zparo está en posesión de la verdad.
Los datos conocidos evidencian la locura y sin razón de un gobierno mentiroso que intenta manipular las cifras y aguantar un día más. Pero la realidad es la que es y su peso en nuestra economía es que, contra el objetivo de cerrar el ejercicio actual con un superávit del 1,1% del PIB para el conjunto de las administraciones, la realidad va camino de un déficit del 4%. Es decir una ·mínima” desviación de lo previsto.
Lo cual no es de extrañar si tenemos en cuenta que Zparo desconoce lo que es gobernar con rigor y austeridad. La mejor prueba de ello es que está aumentando la deuda nacional a un ritmo de 400.000 euros por minuto, que supone 24 millones de euros más de deuda cada hora, y 580 millones de euros al día. Todo esto es consecuencia de que su gobierno ha gastado en los primeros ocho meses de este año, el doble de lo recaudado. Concretamente ha aumentado el gasto un 22%, mientras que los ingresos han caído un 28%, generando un déficit de más de sesenta mil millones de euros, y consiguiendo que nuestra deuda supere el 62,5% del PIB, muy por encima del límite impuesto por la Unión Europea, por lo que ya hay quien avisa que podríamos ser expulsados de la zona euro.
Y si para colmo echamos un vistazo a las cifras del paro, es como para no viajar a Europa. Da vergüenza ajena saber que España aporta seis de cada diez nuevos parados que se producen en la Unión Europea. Que somos el país con la tasa más alta de desempleo. O que aportamos siete veces menos PIB, que parados. Eso sin olvidar que en clave interna, hay más de 81.000 nuevos parados que hemos sumado en septiembre, de los cuales más de 30.000 son menores de 25 años.
Cada día más personas se convencen de la incapacidad del gobierno zapateril para hacer frente a la crisis. No supieron ni quisieron verla llegar, la negaron cuando estaba encima, y luego no han sabido reaccionar y atajarla. Las consecuencias las estamos pagando, y lo peor está por llegar, porque no crean que los desmanes y caprichos de Zparo y sus muchachos no hay que pagarlos. Claro que los pagaremos y con intereses. Y ese será el legado que dejemos a nuestros hijos. Todo por la indolencia y el pasotismo con que nos comportamos los españoles. Por encima de ideologías, al que no sirve, hay que enseñarle la puerta de salida.
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