Condenados socialistas.

Sabemos que algunos políticos hacen de la mentira y la manipulación su día a día, pero que esos políticos ostenten altos cargos en el gobierno socialista no deja de sorprender. Es el caso de la discutida Maleni, exministra zapateril que fue condenada por la Junta Electoral Central por utilizar medios de su departamento para sacar ventaja en la campaña electoral de 2008, para colmo, no contenta con que la habían pillado en el renuncio, en su defensa ante el Tribunal Supremo, intentó echarle la culpa a Renfe, lo que ha sido rechazado por el alto Tribunal, el cual ha confirmado la condena emitida en su día. Tranquilos, no ha dimitido de eurodiputada, ni se espera que lo haga.
Este no es un caso aislado. También el alcalde socialista de Sevilla ha visto como el Tribunal Supremo confirmaba la sentencia de la Junta Electoral Central por utilizar los medios públicos municipales para realizar una campaña de autobombo en plena vorágine electoral. Tampoco se espera que renuncie a la alcaldía. Faltaría más.
El remate es la sentencia obtenida por la vicepresidenta De La Vega, la cual ha visto como los Tribunales rechazaban su querella contra el popular González Pons, el cual denunció que había mentido en su empadronamiento en Beneixida. El Tribunal ha confirmado que la Vicepresidenta no solo mintió y se empadronó irregularmente, sino que su familia se ha enriquecido fácil y rápidamente con la recalificación de un terreno rústico a industrial. Por eso no extraña que asegurara que España no ha pagado ningún rescate en el secuestro del Alakrana, cuando conocemos que le han prestado la mitad del mismo al armador, y que éste fue arrojado desde un avión del ejército español. Miente, pero con la elegancia que le caracteriza.
Veremos lo que tarda la justicia en condenar a otro mentiroso compulsivo, el Vicepresidente tercero del gobierno, Manolo Chaves, ese que después de toda una vida en política apenas tiene 60.000 euros de patrimonio, el cual aseguró en el Congreso que su hija no intervino para nada en la subvención de 10 millones de euros que la Junta de Andalucía, entonces presidida por él mismo, concedió a la empresa donde ésta trabajaba. Posteriormente, el propio apoderado de la empresa ha reconocido que la hija de Chaves participó activamente en la tramitación de dicha subvención, incluso firmó la aceptación de la misma como responsable jurídica de la empresa.
Y es que algunos tienen en las hemerotecas su peor enemigo, como Rubalcaba, que ha negado tajantemente que espíe a la oposición a través del SITEL. Para saber si miente basta con recordar cuando en 1995, siendo también Ministro, decía lo mismo y al poco tuvieron que dimitir el Director del CESID, el Ministro de Defensa y el Vicepresidente, por hacer justo lo que él negaba, escuchar ilegalmente a políticos, empresarios y hasta el mismo Rey de España. Como “pa” fiarse de él. O de ellos.

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