A cada uno lo suyo.

Los grupos mediáticos afines a Zparo ya no saben que excusa usar para justificar el desastre en que se ha convertido la política económica nacional. Como ya no les valen las mil y una argucias que antes utilizaban para culpar a la oposición de los males que sufrimos, ahora se han inventado lo del pacto. Y es que eso de un gran pacto nacional no es más que un pretexto para poder repartir las culpas. Hasta el punto de que se ha instalado en muchos ámbitos de nuestra sociedad que tanta culpa tienen unos como otros, cuando no es así.
No se puede responsabilizar a todos por igual. Quien gobierna es Zparo, por lo tanto, quien acierta o se equivoca es Zparo, no la oposición. Quien no supo, ni quiso ver venir la crisis, incluso la negó cuando era evidente, y quien no supo, ni quiso tomar la medidas necesarias que exigía la misma, fue Zparo, no la oposición. Quien con su inanición dejó que la situación empeorara y se pudriera, fue Zparo, no la oposición.
Las consecuencias de la nefasta política económica hay que reclamársela a Zparo, es su política, no la de la oposición. A quien hay que examinar es a quien nos gobierna, no a quien no tiene capacidad para tomar decisiones. Es como si culpásemos al PP de la pésima economía del Ayuntamiento de Albacete. El responsable es el gobierno socialista, que es quien gobierna, quien hace los presupuestos, quien los propone al pleno y quien, una vez aprobados, los ejecuta con gran desacierto.
Pedir un gran pacto no es sino dar pábulo a los que quieren repartir culpas. Cómo se van a poner de acuerdo Zparo y Rajoy si sus políticas son diametralmente distintas. Si Zparo solo sabe gastar sin control, subvencionar, endeudarnos hasta límites insospechados, subir los impuestos, y desprestigiarnos internacionalmente, cómo va a consensuar con un Rajoy que propone controlar el gasto y reducirlo, incentivar la creación de empleo, disminuir el endeudamiento, bajar los impuestos y recuperar el prestigio internacional perdido.Uno gobierna y sube los impuestos, otro propone bajarlos. Seamos serios y demos a cada uno lo suyo.