En dirección contraria

Marco Tulio Cicerón, allá por el año 55 antes de Cristo decía “el presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender de nuevo a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado”.
A pesar del tiempo transcurrido desde esta cita, sus principios pueden servirnos en la crisis que nos atenaza. Nadie duda de que el presupuesto del Estado debe equilibrarse, cualquiera con sentido común sabe que hay que adaptar los gastos a los ingresos que se tienen. Si uno se acostumbra a gastar más de lo que ingresa, tarde o temprano tendrá problemas.
Igualmente nadie duda de que si no se obtienen ingresos suficientes, el estado del bienestar que tanto nos ha costado conseguir no podrá mantenerse. Tampoco hay mucha discusión en que hay que reducir la deuda generada. O que habría que disminuir el ejército de asesores y enchufados en las muchas administraciones que hay, algunas de las cuales compiten y comparten competencias.
De los millones de euros que se destinan al exterior a subvencionar proyectos de discutible justificación, mientras que tenemos muchas prioridades que atender dentro, no creo que haya mucho que decir. Y finalmente muchos coincidimos en que hay que acostumbrar a la gente a trabajar, no a vivir del subsidio y la subvención.
Así, cuando vemos a Zparo llevarnos por la vía de un presupuesto desequilibrado, un Tesoro en la últimas, una deuda pública inasumible, una administración refugio de amiguetes, malgastando el dinero en causas inútiles en el extranjero, olvidando las necesidades internas de los españoles, aumentando cada día más los que malviven de la subvención y el subsidio, y menos los que trabajan y cotizan, no podemos por menos que pensar que vamos en la dirección equivocada, camino de la bancarrota como país y como sociedad.
Si seguimos con este suicida de chofer, nuestro autobús tarde o temprano se estampará.