En septiembre de 2008, la Ministra de “igual da” anunció una nueva iniciativa de Zparo que, como la mayoría de las que toma, no obedecía a ninguna intranquilidad o necesidad mayoritaria de los españoles, además de que suponía la reapertura de un agrio enfrentamiento entre éstos ya superado hace años. Hablo de la nueva Ley de Interrupción del Embarazo, o lo que es lo mismo, del aborto.
La anterior normativa había suscitado muchos enfrentamientos entre las distintas formaciones políticas, llegándose a un consenso que permitió su aprobación con suficiente apoyo. A pesar de ello, la permisividad con que se viene aplicando, cediendo a los planteamientos más radicales e interesados a favor del mismo, ha conseguido que se registren en España sobre 120.000 abortos anuales, lo que nos dice claramente el negocio económico que supone para las clínicas abortistas.
Independientemente del innecesario debate creado, posiblemente con la intención de ocultar la inoperancia e incompetencia de Zparo para afrontar los verdaderos problemas de los españoles, su propuesta abortista sigue adelante, encontrándose en estos momentos en el Senado, desde donde una vez aprobada, volverá al Congreso para su votación definitiva. A partir de ese momento y una vez entre en vigor, las consecuencias serán que en poco tiempo en España se sacrificarán anualmente casi un cuarto de millón de niños, y mientras, miles de familias suspirando y peleando por conseguir adoptar uno en cualquier remoto país del mundo.
Son muchas las personas que están luchando contra esta aberración, muchos colectivos se han organizado para impedir este holocausto silencioso. Multitudinarias concentraciones y manifestaciones en contra de confundir matar a un no nacido con un derecho. Todo ha sido en vano, el nefasto gobierno que sufrimos ha hecho oídos sordos ante el clamor de la calle, por eso, además de nuevas convocatorias como la que se celebrará el próximo 7 de marzo en toda España, incluida una gran marcha en Madrid, una nueva iniciativa se está abriendo paso.
Consiste en solicitar a La Moncloa, por escrito y con todo respeto, un referéndum nacional para opinar sobre el proyecto abortista en tramitación. Según nuestra constitución, sólo el Rey puede convocar un referéndum, a propuesta del Presidente del Gobierno y oídas las Cortes . Eso solo ha sucedido en tres ocasiones, una para aprobar ese propio texto en 1978, otra en 1986 para decidir nuestro ingreso en la OTAN, y la última en 2005 para aprobar la mal llamada constitución europea.Esta es una causa que merece la pena, por eso aprovecho este espacio para solicitar el apoyo masivo de aquellos que crean firmemente en la vida. Para solicitar ese referéndum basta con entrar en http://www.hacteoir.org y firmar la petición.
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