Buscando culpables.

Cuando cada día más gente es condenada al desempleo. Cuando el drama del paro amenaza a más familias cada hora. Cuando cada minuto, más y más españoles se las ven y las desean para llegar a fin de mes. Zparo y sus acólitos se embarcan en una campaña para repartir culpas y responsabilizar a los demás. Siempre son los demás los que tienen la culpa de todo. Ellos nunca se equivocan o hacen nada malo. Son unos sufridores perseguidos por la rancia y oprobiosa oposición, incapaces de agradecerles el esfuerzo que están haciendo por todos nosotros.
Zparo llegó al gobierno con una mentira, diciendo que no había crisis. Siguió con otra, afirmando que estábamos mejor preparados que el resto del mundo para superarla. Y ahora continúa mintiendo, al insistir en que la crisis pasará sola.
Pero los españoles cada vez están más descontentos y hartos de su desgobierno, hasta tal punto que los socialistas hace meses han eliminado de su página web los logros de la legislatura, y es que ¿qué iban a poner? Que el cuarenta y cinco por ciento de los jóvenes que quieren trabajar no encuentran donde. Que somos los campeones del paro en Europa. Que las comunidades autónomas se tiran los trastos a la cabeza y se ha roto la unidad de mercado. Que los estudiantes siguen distintos programas y contenidos en sus estudios, según en que comunidad cursen sus estudios. Que la lucha por imponer la lengua de cada comunidad está arrinconando la común de todos los españoles. Que haya sitios en España donde nos sintamos extranjeros. Que la deuda que nos está generando es insoportable, hipotecando a las futuras generaciones. Que por su falta de previsión y respuesta, ha hundido la economía nacional. Que mientras cae en picado el consumo, su única solución es subir el IVA, es decir a menos dinero en el bolsillo, aún menos consumo. Que ya hay países como Alemania que proponen expulsarnos del euro por incumplir nuestras obligaciones. ¡¡Menudos logros!!
Ante este horroroso panorama, Zparo solo sabe echar balones fuera, buscar culpables en los demás y escurrir el bulto. Mientras, sigue malgastando un dinero que no tenemos, como con el famoso Plan E, que no ha creado, digan lo que digan, trabajo estable, y que se debía haber dedicado a financiar deuda municipal. Sí, para eso es para lo que se debía haber destinado parte de esos trece mil millones de euros que se han dilapidado. Es preferible que las administraciones puedan pagar la deuda que tienen -más de 35.000 millones de euros- que meterlos de lleno en obras que, aunque necesarias, no pueden sufragar. Pague usted lo que debe y luego, si le queda algo, siga haciendo obras. Eso es algo de sentido común, pero claro, solo para quien tenga la cabeza sobre los hombros, no para quien vive en los mundos de Yupy.
Está claro que este tío acaba con nosotros.

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