Falso debate.

Gobernando los socialistas en España, en Castilla La Mancha, con un gobernador del Banco de España socialista, y un presidente de CCM socialista, la culpa de la quiebra y desaparición de Caja Castilla La Mancha la tiene la oposición. Es lo mismo que sucede con el agua. Desde hace casi treinta años ya, solo hemos conocido un color político en el gobierno regional. Primero con Bono, el Aloe Vera –cuanto más se investiga, más propiedades se le descubren-, y ahora con Barreda, el aristócrata, el agua solo les ha servido de excusa para rentabilizarla electoralmente.
Nunca han tenido verdadero interés por resolver ese asunto, que veamos pasar el agua sin poder aprovecharla. Como demuestra que en todo ese tiempo gobernando nuestra región, y gobernando España, durante catorce años con Felipe y camino de siete con Zparo, seguimos perdiendo agua. Una cosa sí ha cambiado, ahora estamos enfrentados a las comunidades de Valencia y Murcia.
Ellos, como cualquiera con dos dedos de frente sabe que mientras no se le garantice el suministro de agua a esas regiones, el trasvase Tajo-Segura no acabará. Por eso hay que recordar y reconocer que la única posibilidad que tuvimos para ello fue el Plan Hidrológico Nacional diseñado por el PP, y aprobado con el mayor consenso conocido, incluido el gobierno de nuestra comunidad, entonces presidido por Bono. Pero ese avance se vino abajo con el acceso al poder de Zparo. Los socialistas castellano manchegos, con la misma contundencia con que respaldaron el PHN, apoyaron su derogación, y es que, como he dicho, el agua solo les interesa para conseguir votos.
Para lavar su mala conciencia, Barreda propuso la fecha de caducidad en el nuevo Estatuto, luego aceptó sustituirla por una reserva estratégica que cifró en 6.000 Hm., posteriormente la rebajó a 4.000 Hm., y amenazó en varias ocasiones con retirar el texto. Y siempre, como no, la culpa la tenía la oposición, cuando ésta lo que ha hecho hasta el último momento ha sido negociar y proponer un texto alternativo plenamente constitucional, que garantizaba agua en cantidad y calidad, que elevaba la prioridad de la cuenca cedente sobre la receptora a categoría de Ley, que permitía importantes compensaciones económicas y que acababa con los enfrentamientos entre territorios.
Hasta al Portavoz socialista en el Congreso le parecía bien la propuesta popular, pero Barreda no podía consentir el acuerdo, a él solo le interesa mantener viva la discordia, el enfrentamiento y la bandera del agua, incluso ya había convocado a la sociedad subvencionada para la foto correspondiente. Otra más.Al fin y al cabo se trata de mantener esa lucha permanentemente y evitar hablar de su incapacidad para resolver la crisis económica, social, financiera y de confianza en que estamos sumidos por su incompetencia e irresponsabilidad.