El tío la vara.

Lo que Zparo se ha negado a hacer hasta ayer, Europa viene y nos lo impone. Él que creía que gobernar era solo gastar y malgastar a manos llenas; él que pensaba que solo había que pedir prestado lo que no generamos; él que está convencido que el déficit, la diferencia entre lo que se ingresa y se gasta, no tiene importancia, se ha despertado con que todo lo que hace una semana, solo una semana, se negaba a hacer, viene Europa y se lo impone. Y ahora, él, se traga su soberbia y su incompetencia, e improvisa unos recortes insuficientes e injustos.
Insuficiente porque con sus propuestas no ahorraremos los miles de millones de euros que Europa nos exige. E injusto porque pretende que su obcecación la paguen los más débiles, los pensionistas, los empleados públicos, o las futuras madres. Pero él no prescinde de asesores. No suprime ministerios. Ni siquiera Barreda renuncia a su auto subida del 75% bien podría dar ejemplo. Eso sí a un funcionario con treinta años de antigüedad y con un sueldo líquido de mil doscientos euros mensuales, a ese sí hay que joderlo vivo.
Hay que ahorrar para poder poner traductores en el Senado, subvencionar al aeropuerto de Albacete, financiar a los sindicatos serviles o abrir embajadas catalanas por el mundo. Sin olvidar los sueldos vitalicios de Ministros, solo por haber tomado posesión, o el ejemplo insultante de la vicepresidenta del gobierno primera con un modelito distinto cada día. Si esta gente es la que nos va a dar ejemplo de cómo hay que ahorrar, cómo apretarse el cinturón, apañados estamos.No nos engañemos. Zparo no quiso ver venir la crisis, la negó, no supo reaccionar contra ella y cada minuto que continúe al frente del gobierno, más nos hundirá en la miseria. Ahora ha tenido que ser Europa quien le ponga los deberes y quién nos vigile si los hacemos. Y esos deberes supondrán mucho sacrificio y lágrimas, menos para los que nos están metiendo en este pozo, y todo se lo deberemos al presidente más inútil de nuestra historia. Europa le ha dado una patada en nuestros riñones. Y sus votantes tan contentos.