La desgracia que tienen en común Grecia, Portugal y España, es la misma que comparten Andalucía, Extremadura y Castilla La Mancha, están gobernadas por los socialistas, y por lo tanto su situación no puede ser otra que la de estar a la cola del progreso de Europa y España.
Yo se que a muchos no les gusta que diga esto, pero desgraciadamente es la verdad. No existe en el mundo un gobierno socialista que pueda presumir de mantener un nivel de bienestar para sus habitantes similar a los países más avanzados. Hasta en el Reino Unido han optado por echar a los liberales, lo que entendemos por la izquierda en España. Aunque hay que decir que han tardado trece años para ello. Aquí llevamos seis y es un clamor en la calle que con esta gente vamos a la ruina.
Y es que la historia se repite una y otra vez. Nosotros lo sabemos bien. Cuando la izquierda llega al poder solo sabe gastar, endeudar, subir los impuestos y crear enfrentamientos y división entre los españoles. Hasta que éstos se hartan y los desalojan de sus cómodos sillones. Llega la derecha y ajusta la administración, el gasto y baja los impuestos. Cuando todo se ha recuperado, nuevamente vuelve la izquierda y volvemos a las andadas. Más gasto, más endeudamiento, más subidas de impuestos y nuevos enfrentamientos y divisiones entre españoles.
Ya se que España no es Grecia. Es la frase más repetida de los últimos días, pero también sabemos que si no hacemos lo que tenemos que hacer, nos podríamos ver como ellos. Es lo que pasa en Castilla La Mancha. Que no somos Grecia, pero cada día nos parecemos más a ella. Es más, somos la Grecia Española.
Basta recordar que desde que Barreda heredó la presidencia de nuestra región, la deuda de su administración ha crecido más que en ninguna otra comunidad. Ni más ni menos que un 266%, muy por encima de la media nacional, que ha sido del 71%.
Es más, en este ejercicio presupuestario de 2010, nos vence deuda por 1.171 millones de euros, y como no hay con que pagarla, Barreda tendrá que renegociarla, eso sí un poco más cara, y ya de paso volver a aumentarla. En total, este 2010, vamos a endeudarnos en casi dos mil doscientos millones de euros. Y todo para poder equilibrar el presupuesto aprobado por él y sus acólitos.
En esa dinámica, este año lo cerraremos con una deuda acumulada de seis mil doscientos millones de euros, como he dicho, un 266% más que la que se encontró Barreda cuando accedió a la presidencia. Eso significa que cada castellano manchego, incluidos los doscientos diez mil parados que tenemos, deberemos más de tres mil euros por cabeza. Y todo para seguir siendo los penúltimos de la cola. No somos Grecia, pero si seguimos con esta gente, estamos muy cerca de serlo.
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