A media asta.

Con las propuestas hechas el pasado miércoles por Zparo, el estado de bienestar ha entrado en parada cardiaca. Por si acaso, las banderas ondean a media asta. Y es que la cosa se está poniendo muy, pero que muy difícil. Vienen tiempos muy complicados en los cuales la conflictividad social y laboral van a conocer episodios ya olvidados.
Muchos pedían medidas drásticas, dolorosas, pero necesarias. Incluso muchos se alegran que se les rebaje el sueldo a los empleados públicos. Al fin y al cabo son uno de los colectivos más débiles y fáciles de insultar y castigar. Como si ellos tuvieran siempre la culpa de algo. Algunos se llevan las manos a la cabeza por la congelación de las pensiones. Otro colectivo fácil de convencer y dócil para el gobierno de turno.
Pero dejando al margen la necesidad y conveniencia o no de estas medidas, preguntémonos ¿cómo hemos llegado a esta situación? ¿quién es el culpable? ¿se podría haber evitado? ¿serán estas las últimas medidas dolorosas que se tomen? ¿servirán para algo? ¿seguiremos viviendo y gastando por encima de nuestras posibilidades?
Todas las respuestas apuntan una misma respuesta. El socialismo, personificado en Zparo, por su incompetencia e inoperancia es el culpable de estar como estamos. Si hubiera aceptado la realidad de la crisis, o incluso reconocido ésta, si hubiera reaccionado y tomado las medidas oportunas, hoy no veríamos como se castiga a los que menos tienen. Él y los que le apoyan son los culpables de la nefasta política manirrota que se ha seguido. Gastar y malgastar por encima de nuestras posibilidades, como si no pasara nada, trae estas consecuencias. Máxime si uno se niega a ser riguroso en el gasto y confía toda su política en la deuda y el déficit. Lo que viene siendo pan para hoy, y hambre para mañana. Y el mañana ha llegado ya.
No reaccionó cuando debía y ahora tiene que cortar por lo sano, los empleados públicos -pasará a la historia por ser el primero y único gobernante que les reduce el sueldo-, para lo que tendrá que incumplir y tirar a la papelera el acuerdo recientemente firmado con sus representantes sindicales, lo cual debería acabar en los tribunales. Y los pensionistas, que como su actualización está garantizada por Ley, no podrá congelarles la paga hasta que no se derogue esta. Veremos con que apoyos.
Toda la oposición ha criticado estas medidas. Coinciden en que Zparo ha herido de muerte el estado de bienestar. Califican de tardías, insuficientes e injustas las medias propuestas. Y señalan otras muchas que sí producirían el ahorro pretendido. Pero Zparo, que está grogui, sigue haciendo oídos sordos. Solo él está en posesión de la verdad, aunque en cuestión de horas haga lo contrario de lo que antes defendía.Ahora los sindicatos llamarán a la huelga general, para luego, en las próximas elecciones, pedir el voto para los que siempre acaban arruinándonos. Váyanse a la m…..

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