Devuelto a los corrales.

Los servicios jurídicos municipales de Albacete se sienten impotentes, desmoralizados y hartos de defender las chapuzas del equipo de gobierno socialista. Cada vez que éstos meten la pata, y lo hacen demasiado a menudo, ellos tienen que acudir a los tribunales a defender al consistorio, pero con el lastre de que el asunto que allí los lleva lo produce la incompetencia u obcecación del concejal de turno.
El éxito del mundial de fútbol ha acallado la última sentencia contra el Ayuntamiento de la capital. La anulación de la concesión de la plaza de toros que el año pasado el Concejal Taurino retrasó intencionada e innecesariamente, intentando que solo sus amigos se presentaran. Al final hubo dos ofertas, con tan mala suerte que ninguna cumplía las exigencias obligatorias del concurso. Pero ¿cómo declarar desierto el mismo si por culpa del mencionado retraso no había tiempo para convocar uno nuevo? ¿Quién habría organizado entonces la feria taurina?, solo quedaba huir hacía adelante.
Se aceptaron las dos ofertas y se adjudicó la concesión a una de ellas. La otra recurrió alegando que la ganadora no cumplía el pliego de condiciones. Pero como ella tampoco, la sentencia no podía ser otra que la anulación mencionada y la obligación de realizar un nuevo concurso. Pero mientras, pasó la feria y en vísperas de la de este año, ocurrirá algo parecido. La concesionaria actual, o incluso el mismo Ayuntamiento, recurrirá la sentencia recibida, y hasta que éste se resuelva se ganará tiempo, pero mientras no se podrá hacer un nuevo concurso para adjudicar otra vez la plaza de toros, salvo que las empresas en litigio renuncien a sus acciones legales.
Al Concejal taurino, como a los malos toreros que se arrastran por las plazas, le han devuelto la concesión al corral, pero no pasa nada, seguirá toreando a la afición de Albacete, aunque éstos le piten más que le aplaudan. Como la que le dedicarán los abonados si decide aprobar los carteles presentados por Serolo, a sabiendas de que no se ajustan al pliego exigido.Mientras la Alcaldesa mirando para otro lado.