Elecciones y no huelgas.

Es lo que necesitamos, unas elecciones generales cuanto antes y no el paripé del otro día. La situación es muy grave y cada día que siga Zparo al frente de este desmadre peor irá la cosa. Hace tiempo que, por dignidad y vergüenza, debería haber disuelto las cortes y convocado elecciones para que, una vez celebradas, el gobierno resultante pueda acometer las medidas y reformas que España necesita. Pero es mucho pedir, Zparo solo sabe huir hacia delante a costa de endeudarnos y empobrecernos cada vez más. Baste decir que según los presupuestos para el próximo año, el Estado emitirá 405 millones de euros de deuda pública cada día, o lo que es lo mismo, aumentará la deuda pública acumulada en 148.000 millones de euros. En total un 17,4% más que en 2010.
Y esa deuda supondrá que el próximo año tendremos que pagar, entre todos, ricos y pobres, trabajadores y parados, obreros y empresarios, votantes o pasotas, solo por intereses, un total de 27.000 millones de euros. Para que nos hagamos una idea, con la subida del IVA recientemente aprobado y aplicado por Zparo y sus muchachos, solo se recaudarán 3.500 millones de euros más. El resto tendrá que salir de más impuestos o más recortes en el presupuesto.
Por eso no es de extrañar que hayan metido la tijera en las cuentas públicas del próximo año, aunque no tanto como ellos dicen. Así por ejemplo presupuestan prácticamente la misma partida a pagar el desempleo, aunque se prevea un incremento del número de parados. ¿Y cómo es posible gastar lo mismo en pagar a más gente?, muy fácil, cerca de dos millones de parados agotarán el próximo año su prestación por desempleo, pasando a percibir el subsidio correspondiente por ello, lo cual supondrá que tendrán que sobrevivir con poco más de cuatrocientos veinte y pocos euros mensuales. Y ojo que no serán pocos los que pasen a cobrar el subsidio de mayores de 52 años, con lo que sus cotizaciones durante estos últimos años influirán drásticamente en el montante final de su pensión.
Para colmo, Zparo ha congelado las pensiones -ningún otro gobernante se había atrevido a tanto-, lo que supone de hecho una pérdida de poder adquisitivo, además de que pretende retrasar la edad para jubilarse, y teniendo en cuenta que paralelamente sube los impuestos, el IVA, la luz, el butano, etc., el futuro que nos espera es de lo más desolador. Cuanto más aguantemos a Zparo en el gobierno, peor será para todos.
Sepan que la deuda pública generada por su caótica gestión equivale al 70% de todo el producto interior bruto español, cuando hace apenas tres años rondaba el 40%. También es cierto que bajo su mandato nuestra productividad y competitividad se han desplomado, como demuestra el hecho de que España ha caído 19 puestos en el ranking de competitividad. Y es que con este gobernante todo es un desgobierno.