Es inmoral que sigamos a la cola de las comunidades españolas. También que seamos los penúltimos en renta per cápita. Inmoral es que debamos un billón de las antiguas pesetas, que hipotecan nuestro presente y el futuro de nuestros hijos. Lo es que nuestros pensionistas estén muy por debajo de la media nacional y además se les congele su pensión. Un inmoralidad es que seamos campeones del paro, o que el 44% de nuestros jóvenes que quieren trabajar, no encuentran donde hacerlo.
Lo inmoral es malgastar dinero público en una televisión regional que solo sirve para autobombo y propaganda. También que seamos la única comunidad cuyas capitales de provincia no están unidas por autovía. Una inmoralidad es defender un plan hidrológico nacional que nos favorecía, y apoyar su derogación para seguir permitiendo que siga trasvasándose agua a otras regiones más influyentes.
Inmoral es respaldar las subidas de impuestos. Como lo es respaldar una política económica que nos lleva a la ruina. Es una inmoralidad alentar pagar peaje a los terroristas para que dejen de matar. Inmoral es aplaudir la insolidaridad entre regiones o reabrir heridas del pasado. Es inmoral tener colapsadas las finanzas autonómicas, arrastrando al caos a innumerables municipios a los que no se paga lo comprometido. Inmoral es apoyar la reducción del salario a los empleados públicos. También es inmoral aprobar el mayor recorte de derechos sociales de la historia de nuestra comunidad. O no permitir que se sepa lo sucedido con la desaparición de nuestra Caja.
Y cuando todas estas y muchas más inmoralidades se reflejan en las encuestas, los socialistas inventan campañas mediáticas, aplaudidas por sus apesebrados de turno, y al no ser capaces de ofrecer soluciones a los problemas de la gente, buscan el descrédito y ataque personal del contrario, olvidando la inmoralidad de haberse auto aprobado una subida del 75% de su propio sueldo, o de los 500 millones de las antiguas pesetas que en veinticinco años han cobrado Barreda y Sra. del erario público.¿Cómo se atreven a hablar de inmoralidad?
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