Hay políticos que se endiosan tanto que creen estar por encima del bien y del mal. Ejemplos podríamos mencionar muchos. Como el del Senador y Alcalde de Hellín, el cual es asiduo de los juzgados, no en vano trabajaba en ellos, y tiene que acudir a rendir cuentas de sus actuaciones en demasiadas ocasiones. Pero a él no le afecta, por eso es capaz de certificar como finalizada una obra que ni siquiera había empezado. Que eso debería considerarse ilegal, que más da. Él todo lo hace, legal o ilegal, con la mejor intención, y los Tribunales ante ello han de agacharse y callarse.
Ahora conocemos un nuevo caso de prepotencia política, la del actual Alcalde de Villarrobledo y Presidente de la Diputación Provincial. Es consecuencia de la firma del convenio colectivo y acuerdo marco 2007-2011, para el personal del Ayuntamiento que preside. En la sesión plenaria correspondiente se procedió a debatir y votar el texto del documento mencionado.
Los preceptivos informes técnicos del Secretario General e Interventor municipales, eran contrarios, por lo que el grupo municipal popular votó en contra. A pesar de ello, el mencionado Alcalde y su grupo socialista se empeñaron en aprobar el expediente, que según todos los informes se saltaba a la torera la Ley de Presupuestos Generales del Estado aprobada por sus propios correligionarios socialistas. Es increíble, no respetan ni lo que los suyos aprueban
En febrero pasado, la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia, anuló el citado acuerdo municipal. Como consecuencia de ello, la Abogacía del Estado, pidió al Juzgado de Villarrobledo que estudiara si había motivos para iniciar una causa penal contra el Alcalde y concejales socialistas de esa localidad.
Ese Juzgado ha dictado dos Autos Judiciales disponiendo la apertura de juicio por presunto delito de prevaricación del Alcalde y concejales socialistas, los cuales se sentarán en el banquillo para responder de su prepotencia y soberbia, y dudo que les excuse el argumento de que no tienen tiempo de ver los expedientes que votan. Éste sí que lo conocían y además fueron advertidos de palabra y por escrito de su ilegalidad. Pero ellos, a sabiendas, a pesar de todo continuaron y lo aprobaron.
El auto confirmado candidato a la Alcaldía de Villarrobledo y parte de su grupo municipal, ganen o pierdan las próximas elecciones, pueden ser condenados a varios años de inhabilitación, con lo que deberían abandonar sus cargos. Y de todo esto ¿qué opina Barreda?. Solo silencio por respuesta, haciéndose por lo tanto cómplice de ello. Aunque si no es capaz de opinar sobre los 43 millones de euros de agujero que han acumulado en Villarrobledo, ni sobre los 3.000 parados que allí hay, que va decir de que su Alcalde y concejales estén imputados por prevaricación.
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