Enhorabuena.

Quiero felicitar sinceramente a madrileños, conquenses y valencianos, por ver realizados sus sueños. Los madrileños aspiraban a tener la conexión más rápida con la capital del levante español, y a la inversa, los valencianos con la capital de España. Ahora el AVE les reportará múltiples ventajas comerciales que abundarán más si cabe en su nivel de progreso.
Pero los grandes beneficiados han sido nuestros paisanos de Cuenca. Enhorabuena. De ser una pequeña capital de provincia camino de ninguna parte, van a pasar a ser punto obligado del tráfico de viajeros entre el levante y la capital de España. Conste que no pretendo ofender a los conquenses, al contrario, les envidio, han conseguido la ventaja que nosotros hemos tenido durante siglos. Antes Albacete era paso obligado entre el centro de España y la costa, ahora lo serán nuestros vecinos de Cuenca, y yo me alegro por ellos, aunque no dejo de lamentar nuestro fracaso.
Se puede intentar vender, yo diría engañar, como se quiera, pero solo hay una verdad, Cuenca nos sustituye como paso obligado entre Valencia y Madrid, aunque Bono prometiera que jamás perderíamos nuestra condición de nudo de comunicaciones.
Es cierto que tendremos tres AVE, de momento, entre Albacete y Madrid, que tardarán unos veinte minutos menos de lo que veníamos tardando, pero a cambio perderemos la mitad de las frecuencias que teníamos con la capital de España. Lo mismo ocurrirá con nuestra conexión a Valencia, perderemos también la mitad de trenes, aunque aún sin AVE con el que quieran taparnos la boca.
Por supuesto que nos mencionan en todos los anuncios, en toda la propaganda, salimos en las teles nacionales, viene el Ministro, los Presidentes de las Cortes, de Madrid y de Castilla La Mancha, incluso el Príncipe y la Princesa, y somos noticia por inaugurar una nueva Estación, que es más un nuevo Centro Comercial con supermercado, tiendas, restauración, bolera, cines, y acceso a las vías del tren, pero la realidad es que hemos salido perdiendo.Se pongan como se pongan, nos han quitado mucho más de lo que nos han dado.