Malas artes.

Nuestro aristocrático presidente, el socialista Barreda, buscando ventaja cambió las reglas de juego a mitad de la partida. Modificó la Ley Electoral regional, sin el consenso que el tema y la ocasión requería. Al fin y al cabo solo buscaba repartir el número de diputados autonómicos de manera que solo en Ciudad Real, de donde él procede, hubiera un número impar. Así, suponiendo que en las otras cuatro provincias se empatara a diputados, Ciudad Real podría decantar la elección a su favor.
Pero resulta que Ciudad Real, como en el resto de la comunidad, gracias al desprestigio que se ha ganado a pulso, puede dar al traste con esa reelección, y como en dicha capital gobierna la popular Rosa Romero, convencidos de que cree el ladrón que todos son de su condición, parece que han optado por buscar pruebas de corrupción, y como no las hay pues se las inventarán y en paz.
Pero se descubrió el pastel y aunque primero se negó, ya se ha reconocido que la Alcaldesa y parte de su equipo de gobierno han sido espiados e investigados por una empresa de detectives, que dirige un militante socialista, que también fue candidato.
Por supuesto que los socialistas niegan tener algo que ver, igual que cuando el PP ganó en Albacete en 1995. Entonces se montó la mundial con las informaciones de patrimonio, facturas, y demás documentación facilitadas por otro detective contratado.
Luego, el citado detective conocido como Mortadelo, reconoció ante la justicia que todo era falso, inventado, pero ya era tarde, para entonces los socialistas de Pérez Castell habían recuperado el gobierno municipal. Las acusaciones vertidas, los insultos, las descalificaciones, las agresiones verbales, el linchamiento realizado por estos fue inhumano, pero como la mala gente no tiene conciencia, nadie pidió perdón, para hacerlo hay que tener principios y vergüenza, y no es el caso. Al fin y al cabo, gracias al impacto mediático producido en su momento, los socialistas ganaron las elecciones, que era de lo que se trataba, y es lo mismo que tratan de hacer en Ciudad Real. Son sus formas.