Sin novedad.

Los datos conocidos ayer no sorprenden a nadie, CLM sigue siendo el culo de España, disputándose el último puesto con otras dos regiones, socialistas por antonomasia, Andalucía y Extremadura. Es el tributo que tenemos que pagar por un régimen socialista de casi tres décadas.
Según el propio gobierno zapateril, nuestra comunidad acumuló hasta septiembre pasado un déficit cuatro veces superior a la media nacional, siendo la región que mayor crecimiento de su deuda acumula desde 2007.
En septiembre de 2010, el conjunto de comunidades españolas tenía un déficit público medio del 1,24% de PIB, nosotros llegamos al 4,69 y camino de superar el 4,89 conseguido en 2009.
Nuestra deuda regional en septiembre pasado era tres veces y media más que la que teníamos en 2007, habiendo aumentado un 242% desde entonces. En ese año representaba apenas un cinco por ciento de nuestro PIB, ahora ya supera el quince por ciento.
En 1995 teníamos un PIB per capita del 82% de la media española, siendo con ello los cuartos más pobres. En el 2000 habíamos retrocedido hasta el 78%. En 2008 ya estábamos en poco más del 76% y solo Extremadura estaba por debajo nuestro. Es decir, año a año los socialistas nos hacen más pobres, alejándonos más y más de la media nacional. Por eso, que Eurostat nos situara la semana pasada a la cola de la riqueza en Europa tampoco es una novedad.
Durante casi 30 años, los socialistas han despilfarrado los recursos públicos creando un espejismo de región, como en la propaganda institucional que diariamente nos bombardea, pero el pozo está seco, ya no hay ni polvo en las arcas públicas, y nos han prohibido endeudarnos más. Se acumulan las facturas impagadas, las obras públicas licitadas caen casi un 84%, y hasta falta material para expedir el carnet joven.
Los datos del aumento del paro, la disminución en el número de contratos y la caída de afiliaciones a la Seguridad Social conocidos ayer, no son una novedad, es lo mínimo que podemos esperar con esta gente que nos gobierna.Nos han arruinado y endeudado, y hay que hacérselo pagar en las urnas.