Viviendo del cuento.

Eso llevan haciendo ya treinta años, vivir del cuento del agua. Después de tres décadas de gobierno interrumpido en nuestra comunidad y más de dos en el Estado, cómo es posible que los socialistas sigan engañando a alguien con el tema del agua. Han tenido tiempo y poder para solucionar dicho problema. Si no lo han hecho, la culpa no es de nadie nada más que de ellos. Aunque en realidad, el tema del agua le viene bien a Barreda y sus chicos para poder seguir chupando de lo público. El día que se solucione ¿de qué van a hablar?, no será de los 216.637 parados, de los que 70.000 no perciben ninguna prestación o subsidio. Quizás quieran hablar de las 60.000 familias con todos sus miembros en paro que tenemos. Hasta es posible que quieran hablar de los 90.000 jóvenes que no encuentran trabajo. Lo dudo mucho, dudo que quieran debatir de lo que realmente preocupa a los castellanos manchegos, el paro. No han querido hacerlo en el último pleno regional. ¿Para qué? Para que la oposición les saque los colores. Para que todos sepamos que no tienen ni idea de cómo solucionar el principal problema de la comunidad. Prefirieron impedir que se hablara de ello, les es más rentable seguir con la cortina de humo del agua. Con lo fácil que sería para Barreda irse a la Moncloa y exigirle a su correligionario Zparo que derogue el trasvase y acabe con el expolio del agua al que nos somete el Levante, al fin y al cabo allí gobierna el PP, y a esos ni agua, nunca mejor dicho. Y si los peperos de la región la montan en la última sesión plenaria regional, pues se les compara con los etarras y en paz. Y lo dicen ellos, cómplices de los terroristas. Ellos, que contrataban a mercenarios chapuceros. Ellos, maestros de la cal viva. Ellos, que avisan a los asesinos para que huyan antes de que los detenga la policía. Ellos, que han seguido negociando con los terroristas después de la T4.Podríamos seguir, pero conformémonos con saber que el padrino de la candidatura de Barreda es RuGALcaba, el amante de los pájaros. Dime a que árbol te arrimas y te diré que sombra te cobija.