Si el dinero circula, se acaba la crisis.

Un paisano llegó a un pueblo y harto de conducir bajo la lluvia, decidió descansar una noche en una pensión. Lo primero que hizo fue depositar cien euros en la recepción, tras lo cual subió a elegir habitación pues estaban todas libres. El dueño de la pensión cogió el billete y salió corriendo a la carnicería donde pagó su deuda. El carnicero a su vez fue a pagarle al ganadero que le suministraba. Éste aprovecho el cobro para pagar el pienso que adeudaba. Y el suministrador de pienso lo utilizó para liquidar la deuda que mantenía con la prostituta del pueblo, a la que debía varios servicios. La prostituta fue corriendo a la pensión donde llevaba a sus clientes y saldó la deuda que allí mantenía por ello. Mientras, había dejado de llover y el paisano decidió no quedarse en la pensión y proseguir su viaje, por lo que reclamó su dinero. El dueño de la pensión, que lo había cobrado de la prostituta, se lo devolvió y todos contentos. Nadie había ganado ni perdido un euro y todos habían saldado sus deudas.
Esto solo es un cuento extraído de Internet, pero si las administraciones públicas dirigidas por Zparo, Barreda y Oliver, pagaran sus deudas, el dinero percibido por los acreedores serviría para que muchas empresas pudieran mantener su negocio y a sus trabajadores. Éstos tendrían dinero para ahorrar y consumir, generando más recaudación pública. Si el consumo se anima, se crearían puestos de trabajo, y éstos producirían riqueza, ahorro, consumo y más ingresos para las arcas públicas. Seguramente no es la única solución a nuestra situación, pero si contribuiría a salir del hoyo donde nos están arrastrando los socialistas mencionados con su política de despilfarro.
La segunda medida debería ser aplicar la máxima rigurosidad en el gasto. El dinero público hay que rentabilizarlo a tope, y no dilapidarlo en gastos superfluos e innecesarios como hacen Zparo, Barreda y Oliver. Ya está bien de gastar nuestro dinero en campañas de propaganda y autobombo, mientras acumulan facturas impagadas o recortan servicios sociales indispensables.
Lo socialistas que nos castigan no entienden que esta sea la solución. Ellos piensan que no hay tope en gastar dinero público. Si les hace falta más solo tienen que recurrir a la deuda y ya está. Y si ya nos vemos y deseamos para conseguir que nos sigan prestando dinero, suben los impuestos y vuelta a empezar.
Pero de tanto esquilmar nuestros bolsillos se están encontrado que ya no nos queda ni el forro. Por eso la recaudación conseguida por IVA, en vez de crecer con la abusiva subida aplicada, ha disminuido un 25% respecto al pasado año. Mientras que los ingresos por IRPF se ha desplomado un 38%. Y el Impuesto de Sociedades se ha hundido un 57%. Esto a nivel nacional. De los datos de nuestra comunidad o nuestro municipio más vale que no hablemos. Nos echaríamos a llorar sin remedio.

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