Acabamos de conocer las cifras de desempleo del mes de mayo, y muchos, empezando por el ínclito Zparo se muestran eufóricos. Los datos son buenos, siempre que baja el desempleo lo son, pero de ahí a echar las campanas al vuelo va un largo trecho, por eso hay que ser prudentes y realistas, esta bajada es coyuntural y ocurre todos los años cuando empiezan las contrataciones de la temporada turística.
Lo realmente importante es analizar por ejemplo el número de contratos indefinidos que se han firmado el mes pasado, y éstos han sido 5.000 menos que en el mismo mes del año anterior. Además, el 92% de los contratos realizados han sido temporales, con lo que la precariedad laboral va en aumento, acentuada por la circunstancia de que ya son más de dos millones trescientos mil los trabajadores contratados a tiempo parcial. Sin olvidar que gracias a la publicitada reforma laboral, apenas se firmaron nueve mil contratos de fomento al empleo.
Según cifras ofrecidas, el paro en España ha descendido en Mayo pasado, pero utilizando los criterios del Ministerio de Economía para desestacionalizar éstas, en realidad ha habido un aumento en más de treinta y ocho mil desempleados. Y lo peor es que casi dos millones de estos no perciben prestación alguna, lo que nos deja con más de un millón de familias con todos sus miembros en paro y sin ningún tipo de ingreso.
Es la consecuencia más grave de la caótica situación económica en que nos han sumido los socialistas españoles. Pero en nuestra región aún es peor. La incompetencia de Barreda ha superado con creces a la de Zparo. Ha dejado la administración regional en quiebra. Ya son muchos los colectivos, asociaciones, concesionarios y proveedores que reclaman los pagos comprometidos y sin los cuales no pueden sobrevivir, pero lo hacen ahora, antes no se atrevían a despegar el pico. En las próximas semanas muchos de ellos tendrán que cerrar. Y es que los socialistas de Barreda han limpiado la caja antes de irse, y para Cospedal no será fácil generar liquidez a corto plazo para poder cumplir con las deudas acumuladas. Le han dejado la peor herencia posible. Castilla La Mancha es la Grecia de España. Han roto el espejo y que venga Cospedal a ver si es capaz de juntar los trozos. Menuda papeleta tiene por delante.
En el Ayuntamiento de Albacete la situación es muy parecida. No se sabe a ciencia cierta su deuda real, lo que condicionará el gobierno de Bayod. Por muy buena intención y mucha imaginación que ponga, y me consta que lo hará, no saber exactamente a qué se enfrenta es un hándicap muy difícil de salvar, por lo que deberá dar ejemplo y meter la tijera hasta el fondo. Seguro que no nos defraudará.
Al haber cambiado de dirigentes hay ilusión y esperanza por el futuro, pero queda por delante un sinuoso camino por recorrer que costará sangre, sudor y lágrimas.
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