Levantando alfombras.

Hemos de reconocer que Cospedal está cumpliendo con lo prometido. Hizo del rigor y de la austeridad una de sus banderas, y lo está llevando a cabo desde el primer día. Comenzó reduciendo drásticamente la administración regional, empezando por arriba. A la vez que reducía subvenciones a grupos políticos, sindicatos y empresarios.
Después se está dedicando a levantar las alfombras y airear la pelusa y suciedad que bajo ellas se escondía, y todos nos hemos llevado las manos a la cabeza. Como si nadie sospecháramos que los socialistas de Barreda tuviesen tanta mierda escondida, de manera que las primeras cifras ofrecidas sobre el despilfarro detectado nos asustaron, pero cuando al seguir escarbando nos dicen que esa cantidad es mucho mayor, la sorpresa se convierte en indignación.
Aunque aún no me creo que sea definitivo, las facturas sin pagar importan más de 2.600 millones de euros, mientras que la deuda acumulada ascendería a otros 7.400 millones (más de un billón, con b de burrada, de barbaridad y de Barreda, de las antiguas pesetas). Para que nos hagamos una idea, el presupuesto total de nuestra comunidad asciende a poco más de 8.600 millones de euros.
Para colmo, empezamos a conocer “detalles” de la gestión de Barreda y sus acólitos, como el coche blindado adquirido en 2007 que nos costó más de 377.000 euros del ala, y que solo ha sido utilizado ocasionalmente (lleva 52.000 Km.). Además había más de 20 vehículos de alta gama a disposición de Presidencia, que apenas se utilizaban y hasta tienen ratones.
Cuestión aparte es que los socialistas de Barreda tenían 3.550 líneas de teléfono móvil, que solo en el último año nos han costado casi dos millones de euros. Salen a 500 teléfonos móviles por consejería, alguna de las cuales consumía hasta 275.000 euros al trimestre, incluidos los meses de vacaciones. Hasta hubo un Consejero que llegó a utilizar su móvil siete horas en el mismo día.
Y mientras esta gente que nos ha arruinado, y hasta qué punto, se pasean con la cabeza muy alta demostrando que ni tienen vergüenza, ni saben lo que significa.