La escuela pública no está en peligro y el inicio de curso ha sido similar al de años anteriores. Tenemos 15 nuevos centros; 39 ampliaciones; 80 nuevas unidades; 23 nuevas escuelas infantiles; 2.540 nuevas plazas en Educación Infantil; 7 nuevos centros bilingües; 21 nuevos ciclos formativos; 5 nuevos comedores escolares; 5 nuevas aulas matinales; y casi 79 millones de euros de inversión en obra nueva, reformas y equipamientos.
Además hay más interinos con vacantes que el curso pasado, y también más interinos en sustituciones. Nuestro ratio de alumnos/profesor está por debajo de la media nacional. Nuestros docentes cobran más, tanto en secundaria como en primaria, que los de la Comunidad de Madrid. Y su jornada laboral semanal está por debajo de la de la citada comunidad. Eso sí, nuestro fracaso escolar es superior, llegamos al 33,2%. Nuestro nivel de paro juvenil llega al 48%. Casi una generación completa se ha perdido para los estudios y para el trabajo.
Contra eso pocos han sido los que han levantado la voz. Y menos los docentes que ahora tanto se manifiestan y protestan. Ellos, parte activa en la implantación de la actual norma educativa y sus consecuencias, poco o nada han dicho en contra.
Ahora, que toma las riendas el PP, y antes que nada, la izquierda sumisa y dócil para con los anteriores gobernantes, se moviliza y sale a la calle embaucando y manipulando a los ingenuos contra lo que ellos llaman atentado a la escuela pública, sabiendo que quienes sí que la han puesto en peligro han sido los gobernantes socialistas que el pueblo ha expulsado del gobierno por su pésima gestión.
Incluso algunos ponen pancartas en las fachadas de edificios públicos como si fueran suyos, olvidando que hace poco no se atrevían a abrir la boca por mucho que los humillaran. Otros discuten la elección de un economista para Consejero de Educación, pero no lo hicieron al nombramiento del gasolinero Pepiño para Ministro de Fomento, o Pajin como Ministra de Sanidad.
Ahora hablan los que antes callaban. Menos mal que la mayoría opta por la prudencia y el diálogo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario